A pesar de la recesión y de la pérdida de ingresos de las familia y empresas, el crédito sigue siendo el ‘salvavidas’ de millones de colombianos.
Según la Superintendencia Financiera, en lo corrido del período de aislamiento, es decir, del 20 de marzo hasta el 23 de octubre, las empresas y los hogares han financiado sus actividades económicas y personales a través de 155 millones de operaciones de créditos desembolsados, por un valor total de $188,20 billones.
En particular, entre el 17 y el 23 de octubre de 2020 se desembolsaron 6 millones de créditos por un valor total de $7.46 billones.
De acuerdo con la información reportada por los intermediaros financieros, durante septiembre en el segmento de empresas y microempresas la tasa de aprobación fue del 89,3%, en el de consumo del 29,6% y en el vivienda del 66%.
Según Datacrédito Experian, el número de operaciones de crédito, que registró su punto más bajo en abril con cerca de 1.009.000, retomó su comportamiento para finales de agosto con cerca de 1.602.000 operaciones, aumentando en 4 meses un 59%.
No obstante, este sigue siendo un número menor a la cantidad de operaciones registradas en el 2019 y al mes de febrero de 2020, el de mejor comportamiento previo a la pandemia con cerca de 2.800.000 operaciones.
Para finales de agosto, la cartera de crédito de consumo -que suele ser la más dinámica- aumentó en un 40%, versus la comercial (que creció un 141%), la de microcrédito (que creció en un 171%) o la hipotecaria (que creció en un 198%).
Según Datacrédito, las mujeres tuvieron un incremento del 16% sobre los hombres al cierre del mes de agosto, un panorama que contrasta con el de inicio de la pandemia, donde las mujeres habían frenado en mayor medida la actividad crediticia.
Con nuevas dinámica de reactivación y la apertura de los sectores económicos, son ellas las que generan un volumen mayor de créditos, particularmente dirigidos hacia créditos productivos, como microcrédito y sector real, explica un análisis.
También los jóvenes mostraron un incremento en la actividad crediticia. Entre abril y agosto el rango de edad en donde hubo un mayor movimiento fue entre los 18 y 28 años, el cual aumentó en un 87%, contrastando también con el inicio de la pandemia, en donde los jóvenes fueron unos de los sectores más afectados.
En contraste, las personas con más de 65 años solo aumentaros sus operaciones en un 39%.
Y aunque en todos los estratos socioeconómicos hubo un aumento en el otorgamiento de crédito, fue en el estrato 1 en donde hubo un mejor desempeño, llegando al 77%. También quienes tienen ingresos estimados menores a los $1.5 millones de pesos, aumentaron su participación en un 100%