El papel de la mujer en la economía podría ser más relevante si tuviera las mismas oportunidades. Recientemente fue viral en redes sociales el hashtag #MeToo en apoyo a las mujeres que vivieron un acoso laboral y sexual por parte del productor de cine Harvey Weinstein. Sin embargo, esta tendencia trascendió en redes sociales y miles de comentarios y revelaciones se dieron por parte de otras mujeres que vivieron situaciones similares.
Aunque este apoyo tuvo un enfoque más de abuso sexual, también fue reflejo de abuso de poder y obstáculos laborales que tienen las mujeres en comparación con los hombres. Preguntas como “¿planea tener familia? o ¿piensa quedar embarazada pronto?” como condicionales para recibir una oferta laboral son comunes en entrevistas de trabajo, y ni hablar de la oferta salarial que siempre termina siendo más baja comparado con el género masculino.
Esta brecha se ha intentado cerrar pasando de 15% a 11% en el último año, pero si hablamos de igualdad, realmente, no debería existir. De acuerdo con información publicada por ONU Mujeres, se estima que en todo el mundo las mujeres podrían aumentar sus ingresos hasta en un 76% si se superara la brecha en la participación en el empleo y la brecha salarial entre mujeres y hombres. Se calcula que esto tiene un valor global de 17 billones de dólares.
Actualmente en América Latina el 50% de la población son mujeres. Sin embargo, una de cada dos está desempleada y solo el 23% de las mipymes latinoamericanas son lideras por ellas; es más, un 55% de las personas que comienzan un emprendimiento es mujer pero también tienen la más alta tasa de fracaso. Sin duda, el empoderamiento y la generación de oportunidades laborales es clave para que esta brecha disminuya hasta desaparecer y así generar una transformación real, aportando con acciones tangibles y de una manera efectiva al desarrollo de la sociedad.
“Las mujeres están asumiendo roles claves, cada vez desde nuestra experiencia vemos que la mujer cuando reciben herramientas está diseminando esa información en sus comunidades cosa que no siempre pasa con los hombres, obviamente con excepciones. Pero cuando la mujer asume estos roles, realmente está teniendo un impacto en la sociedad y ahí creemos que se genera el desarrollo económico”, dice Diego Guerrero, directivo de FUNDES Latinoamérica, una compañía experta en el desarrollo de MiPyME.
Ya existen programas que hacen seguimiento y acompañan los emprendimientos de las mujeres en América Latina, además de promover la igualdad laboral del género para que existan mayores oportunidades. Uno de estos es ‘Mujeres con Propósito’, que tiene como objetivo llegar a 10.000 mujeres para capacitarlas, entrenarlas, y darles formación empresarial para que todos estos emprendimiento e iniciativas que tengan se lleven a cabo de la mejor manera. Y como debe ser sostenible en el tiempo está trabajando para crear una red público-privada. Actualmente se desarrolla en 6 países de
América Latina.
En Colombia, grandes empresas e instituciones, como Grupo Éxito, Postobón, la Secretaria de Desarrollo de Bogotá y Colsubsidio se han unido a esta iniciativa en pro del empoderamiento de la mujer y cada uno desde su rol aportará a la construcción de una sociedad más equitativa e incluyente, apostándole así a generar una transformación con hechos y acciones.