De acuerdo con la más reciente encuesta realizada por la Confederación Colombiana de Cámaras de Comercio (Confecámaras), el 84% de los microempresarios podría sobrevivir sin ningún tipo de ayuda financiera entre uno y dos meses.
Frente al impacto económico desatado por la cuarentena nacional, el 12.8% de los empresarios consultados, que en total fueron 9.070, señalaron haber optado por un crédito formal para mantener sus operaciones y no tener que llegar al cierre.
Según Confecámaras, el 9% de las empresas ya se vieron obligadas a parar sus actividades, mientras que 17.4% lo hizo de manera parcial.
Aunque el 94% de los encuestados considere que las medidas que ha implementado el Gobierno son las adecuadas, otro es el escenario que parecen percibir algunos empresarios y gremios.
Por ejemplo, Juan Raúl Vélez, el presidente de Cueros Vélez, explicó en una entrevista en Caracol Televisión que muchos bancos no están cumpliendo con la ampliación de los plazos de los créditos que habían sido establecidos por la Superintendencia Financiera, reduciendo el periodo de seis a tres meses.
Por su parte, ACOPI Bogotá anunció que los préstamos en realidad lo que hacen es aplazar la quiebra de las pequeñas y medianas empresas. Alfredo Castellanos, presidente de la junta directiva de la entidad dijo en Blu Radio que: «El Gobierno debería pensar que es más barato subsidiar a las empresas hoy que reconstruir el aparato productivo dentro de seis meses o un año».
Además, Rosmery Quintero, presidenta nacional de la Asociación Colombiana de Micro, Pequeñas y Medianas Empresas, dijo que actualmente el 72% de las Mipymes no se encuentra en actividades productivas y a pesar de reconocer el esfuerzo del Gobierno, dice que la opción de financiación que se está proyectando es acudir a la banca y eso tiene un costo.
Al respecto explica que los bancos no están cumpliendo con el periodo de gracia y el tiempo que dicen las circulares expedidas y «muchas veces no otorgan el recurso que se necesita porque se dice que las empresas no tienen suficiente capacidad, pues como el riesgo país se ha incrementado, las entidades financieras están siendo mucho más exigentes para dar un crédito”.
Además, agrega que este instrumento no debe ser el único, así que se deben presentar otras alternativas que permitan principalmente mantener las nóminas, pues de los 17 millones de empleos que este segmento genera, ya 7.800.000 se encuentran en alto riesgo de perderse.