Por: Mauricio Rodríguez
Protección S.A.
Los mercados evalúan y fijan el precio de los riesgos sistémicos mientras éstos ocurran regularmente y se cuantifiquen fácil, como las tasas de interés. Aquellos difíciles de predecir o cuantificar generan mayores impactos, como el COVID-19. Los riesgos ambientales, sociales y de gobierno (cuya sigla en inglés es ESG), se ubican en este segundo rango, debido a que sus dinámicas generan impactos que aún no ponderamos totalmente, pero que serán significativamente relevantes a la hora de tomar decisiones en un mundo que requiere tomar decisiones más responsables.
Gestionar riesgos de buen gobierno corporativo, es tan relevante como establecer hasta qué punto una compañía respeta el medio ambiente o gestiona la inclusión social, de género y estimula el cuidado de su talento humano y las comunidades con las que interactúa. Solo gestionando estos riesgos las empresas se convertirán en agentes de cambio para emprender la transición del planeta a un modelo que garantice su supervivencia y sostenibilidad.
Esta premisa la han incorporado compañías como Protección, al estudiar cuidadosamente cada inversión que hace bajo el principio de que los aspectos ambientales, sociales y de gobierno corporativo son tan importantes como los rendimientos financieros.
Más información: https://proteccion.com/sostenibilidad