Publicado: diciembre 26, 2017, 2:04 pm
En la mayoría de países de Latinoamérica todavía es una utopía que los Gobiernos cumplan a cabalidad con su misión de crear un sistema económico estable y asegurar que servicios como educación, salud, trabajo, seguridad y vivienda,
entre otros, sean de calidad para el bienestar de los ciudadanos.
Por esta razón, cada vez más los emprendedores sociales están formalizando sus ideas empresariales para mejorar la calidad de vida de su comunidad. Este es el caso de dos iniciativas que obtuvieron en 2016 y 2017 el premio ‘Emprendimiento Social BCGYunus’, otorgado por las firmas Boston Consulting Group (BCG) y Yunus Social Business (YSB), por la
labor que han desarrollado en comunidades de diferentes regiones en Colombia, ayudándoles a obtener un
ingreso económico estable y acceso a recursos.
De la idea al hecho
Colombia ocupa el cuarto puesto en el listado de países con mayor número de emprendimientos innovadores en fase inicial. Olga Yaneth Bocarejo fue reconocida en 2016 por su proyecto Bancalimentos, una banca alimentaria integral rural que
ofrece productos financieros y alimentos a toda la población. Además, lleva productos alimenticios, agropecuarios, insumos y medicamentos esenciales a población rural dispersa a precios competitivos y desarrolla asistencia técnica para la generación de cultivos y huertas caseras. Su sistema se basa en la consignación de residuos sólidos para la compra de alimentos, generando así, seguridad alimentaria.
Adicionalmente ofrece un seguro nutricional con esta misma consignación que también cubre incapacidad
médica, período de maternidad y acceso a 100 mil pesos en alimentación y en cuidados intensivos, entre otros. Todo se
basa en un intercambio entre desechos y productos. “Lo que puede marcar la diferencia en reducción de pobreza es el emprendimiento social. Tenemos una falencia y es que cuando son negocios hechos por personas de la base de la pirámide es más difícil acceder a créditos y visibilizar el proyecto, porque está en zonas rurales sin acceso vial ni tecnología”, dice Bocarejo.
Un recurso con potencial
En 2017 el reconocimiento fue para Cristian Caicedo, directivo de Pacificoco, emprendimiento que tiene como objetivo
asegurar contratos fijos a largo plazo para apoyar a las comunidades productoras del pacífico. Caicedo es ingeniero agroindustrial y administrador, vende productos de coco de alta calidad a restaurantes gourmet y a la industria alimenticia doméstica. Su foco ha sido la generación de valor para que el negocio pueda ser rentable, con el fin de propiciar una mayor apropiación de los agricultores de las zonas rurales. En últimas, se trata de que amplias zonas del país vuelvan a la legalidad y que los productores crean en lo que tienen y en lo que saben hacer. Su proyecto comenzó en Tumaco, pero hoy la empresa está ubicada en el Valle del Cauca, y lo que funcionó muy bien en Tumaco ahora será implementado en Buenaventura y Chocó. “Esperamos que el modelo también pueda ser replicado en otros productos agrícolas, y que con los resultados que hemos demostrado con coco se pueda incursionar en cacao y plátano y en otras regiones que tienen las mismas oportunidades de aportarle al país”, dice Caicedo.
Colombia ocupa el cuarto puesto en el listado de países con mayor número de emprendimientos innovadores en fase inicial.
ONG Asociaciones de la sociedad civil con deseos de participar de manera activa, a través de la acción autorregulada, inclusiva, pacífica y responsable con el objetivo de optimizar el bienestar público.
Negocios híbridos, sin fines de lucro: Organizaciones que tienen un objetivo social y que se financian a través de donaciones y de algunas otras fuentes de ingresos.
Negocios sociales económicamente sustentables: Tienen como objetivo resolver una problemática social o ambiental.
Negocios responsables e inclusivos: Incorporan a los sectores de bajos ingresos, ya sea como socios,
consumidores, proveedores o distribuidores. Estas empresas generar bienestar para la sociedad y riqueza.