Desde inicio de la pandemia el mundo ha tenido que enfrentarse a una serie de cambios que han impactado en los niños, niñas y adolescentes. Para conocer en detalle algunas de las problemáticas que se están presentando, NiñezYA realizó un informe en que consolidó información inédita sobre situación de la niñez de Colombia, de acuerdo con los resultados de las encuestas nacionales e internacionales, así como estudios de diferentes organizaciones. De esta manera, destacó las siguientes alertas:
- Incremento del maltrato infantil
En los primeros meses de declarada la pandemia no aumentaron las denuncias ni los registros de violencia contra la niñez, debido a que niñas, niños y adolescentes conviven con sus agresores, el aislamiento no permitió que otras personas se enteraran, ni que equipos de ICBF se desplazaran a territorios. Los cambios realizados por el ICBF (refuerzo de la línea 141 para recibir denuncias de vulneración de derechos, habilitación de tres líneas de WhatsApp y destinación de profesionales) permitieron conocer los casos de violencia y registrar el incremento del 47 % en maltrato infantil en 2020 frente a 2019.
También de violencia sexual en 1,38% frente al año anterior. En total, en 2020, 39.982 niñas, niños y adolescentes ingresaron a un Proceso Administrativo de Derecho de Restablecimiento de Derechos (PARD), lo que representa un leve incremento de 0,5% con respecto a 2019.
- Más niñas, niños y adolescentes fueron reclutados
Según el Observatorio de Niñez y Conflicto Armado de la Coalico, entre enero y diciembre de 2020, se registraron 79 eventos que afectaron a por lo menos 222 niñas, niños y adolescentes, lo que significa un aumento de 12 eventos y 22 víctimas más por este delito frente a 2019. Los departamentos con el mayor número de eventos fueron Antioquia (16), Chocó (9), Nariño (7) y Valle del Cauca (7).
El reclutamiento tiene relación con el control territorial que ejercen los diferentes actores armados al margen de la ley y con asuntos asociados a la pandemia, como el cierre de las instituciones educativas, el aumento de casos de violencia intrafamiliar y la falta de oportunidades e ingresos.
3. Aumentaron las muertes maternas
En 2020 se observó un repunte en muertes maternas (348) que supera el acumulado de las que se presentaron en 2018 (249) y 2019 (261). Aunque no se puede afirmar que se deba a la pandemia, la situación actual lleva a pensar que los servicios hospitalarios están dando prioridad a la atención del covid-19, limitando frentes como el cuidado materno e infantil.
4 .Familias con dificultades para alimentarse
Encuestas como Pulso Social (DANE) muestran que antes de la pandemia el 89,3% de los hogares consumía 3 comidas diarias, ahora es 69,6%. Las familias con niñas y niños, de estratos socioeconómicos bajos, son las más afectadas (RECOVR). La región Caribe es la que más ha empeorado su situación, con el agravante de que la Encuesta Nacional de Situación Nutricional (ENSIN) de 2015 (último dato en esta materia), ya la presentaba como una de las regiones más afectadas en términos nutricionales.
- Retroceso en combate a la desnutrición crónica
La ENSIN 2015 evidenció que 10,8% de la niñez menor de 5 años sufre de desnutrición crónica (retraso en talla). Los cálculos de Fundación Éxito muestran que el retroceso en el crecimiento económico y el incremento de la desnutrición crónica por efecto de la pandemia harán que el país haya retrocedido durante 2020, aproximadamente, cuatro años en el objetivo de erradicar la desnutrición crónica.
- Estado emocional, en delicada situación
La encuesta RECOVR muestra que el 40% de niñas/os entre 6 y 18 años ha desarrollado síntomas de ansiedad o preocupación. Y la encuesta de Pulso Social del DANE muestra que el 42,8% de los adultos refiere haber sentido en los últimos días preocupación o nerviosismo; 12,6% dificultad para dormir; 9,7% irritabilidad y 11,8% dolores de cabeza. Los niveles tóxicos de estrés repercuten en el cuidado y la crianza de niñas/os, especialmente de aquellos de 0 a 6 años, así como en su desarrollo cerebral.
- Inequidades en la educación se ampliaron
La investigación del Centro Nacional de Consultoría, la Universidad de los Andes y Probogotá evidencia que estudiantes de colegios públicos y de estratos socioeconómicos más bajos se vieron afectados por la limitación a acceso a internet y a dispositivos. Además, dedicaron menos horas al estudio que los estudiantes de colegios privados de estratos socioeconómicos más altos. Mientras 8 de cada 10 estudiantes en colegio privado tuvieron acceso a internet de alta velocidad, 5 de cada 10 estudiantes de colegio oficial tienen acceso a internet de alta velocidad.
Asimismo, 9 de cada 10 estudiantes en estratos 4, 5 y 6 tienen acceso a internet de alta velocidad y solo 5 de cada 10 estudiantes en estratos 1 y 2 cuentan con este servicio.
El regreso a las aulas es necesario. Se requiere apoyar a madres, padres, niñas, niños, adolescentes, instituciones educativas y distintos niveles de gobierno para el retorno, progresivo y seguro a la escuela. En el segundo semestre de 2020 el Ministerio de Educación asignó un total de $400.050 millones para los requerimientos de ventilación, distancia, lavado de manos y herramientas pedagógicas, entre otros. Sin embargo, al 22 de enero de 2021, las secretarías de Educación solo habían ejecutado $64.584 millones, (16,1% de los recursos). De 53.719 instituciones educativas que existen en todo el país estaban listas para la alternancia 3.362 (1.465 sector oficial y 1.897 del sector privado), lo cual corresponde a 6,25%.
- Riesgo alto de deserción en Bogotá
La investigación del Centro Nacional de Consultoría, la Universidad de los Andes y Probogotá alerta sobre un hecho preocupante: el 7,6% de los cuidadores considera que el estudiante abandonará el colegio en 2021, lo cual implicaría una deserción en Bogotá cercana al triple de la reportada en 2020. La intención de desertar es ligeramente mayor en los estratos más bajos.
También señala que, aunque en 2020 la gran mayoría de estudiantes continuó matriculada, 2,5% de los cuidadores reportó que un estudiante de su hogar dejó de estudiar cuando comenzó la pandemia.
- Su voz es silenciada y no escuchada
En este momento tan crucial para la humanidad la opinión de la niñez ha sido marginal en la toma de decisiones trascendentales que la impactan directamente. Por eso, niñas, niños y adolescentes consultados por organizaciones de la sociedad civil piden a sus familias, comunidades y personas encargadas de tomar decisiones que escuchen sus voces y sean tenidas en cuenta. En la consulta global de Save the Children solo 34,6% de niñas, niños y adolescentes indagados aseguran que los adultos han pedido su opinión, aunque al final son ellos quienes toman las decisiones. Además, la mayoría de niñas, niños y adolescentes dice que hace sus comentarios por iniciativa propia, no porque se los pidan.
- Juego más invisible
Este YA, que es un derecho invisible en la crianza, se hizo más invisible porque fue prohibido en espacios públicos y restringido en los hogares. La encuesta RECOVR señala que, sin contar el tiempo dedicado a la educación, 42% de niñas, niños y adolescentes entre 6 y 18 años pasan la mayor parte de su tiempo en actividades de trabajo.
La consulta de Save the Children a nivel global lo reafirma. Incluso llama la atención sobre el hecho de que ahora dedican más tiempo a dormir y a relajarse, a las tareas escolares y al cuidado de los hermanos y hermanas, que el que dedicaban antes de la pandemia. En cambio, tienen menos tiempo para el juego (esencial para el desarrollo de competencias para la vida como la creatividad y empatía. Necesario para su desarrollo integral), actividades como el ejercicio y momentos con la familia y amigos.