Aunque Alemania es el país de origen de las hamburguesas, durante años estadounidenses e inclusive turcos han reivindicado su paternidad.
Y aunque también es conocida como ‘comida chatarra’, la hamburguesa se ha convertido en un plato global, que al combinarse con productos de cada país refuerza su posición en el competitivo negocio de las comidas rápidas, un sector en el que hay millones de opciones para escoger.
Tal es el caso de Colombia, donde se han registrado más de 300 tipos de hamburguesas diferentes, según un estudio realizado por la agencia de marketing Trias Marketing, el cual analizó más de 10.000 domicilios de restaurantes.
De hecho, el año pasado a través de la plataforma Rappi se vendieron unas 16 millones de hamburguesas, suficientes para darle una a cada persona en Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla, Bucaramanga, Armenia, Pereira, Manizales e Ibagué.
¿Qué significan 16 millones de hamburguesas? 32 millones de mitades de pan, 16 millones de hojas de lechuga y la misma cantidad de rodajas de tomate, o (si contamos 3 por hamburguesa) son 48 millones de aros de cebolla fresca.
Pero además, si se calcula que cada una se elabora con un promedio de 125 gramos por cada carne, esto significa un poco menos de 2.000 toneladas de carne molida que han sido procesadas, condimentadas y asadas. Esto sin contar con las nueva opciones que han surgido como hamburguesas de lentejas, falafel o vegetales.
De acuerdo con el estudio de Trias Marketing, los 16 millones de hamburguesas equivalen a un incremento del 34% frente al 2019, por lo cual no resulta exagerado que la hamburguesa fue uno de los platos favoritos de los colombianos en la pandemia.
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