Cristina Arenas Vicaría
Crocante y Ají Fundadora
Después de haber trabajado en importantes restaurantes en Perú, Argentina, Bolivia, Brasil y Estados Unidos, decidió crear Crocante y Ají en marzo del 2018, gracias a su amor a las empanadas y al ají. “Quería una propuesta diferente en cuanto a rellenos y ajíes fuera de lo normal, haciendo uso de frutas colombianas”, dice.
Asegura que el mundo de la gastronomía no es fácil por las extensas horas de trabajo y las entregas, por eso, decidió emprender para que toda esa dedicación y tiempo estuvieran enfocados en construir algo propio.
Entre sus logros, Cristina ha conseguido posicionarse en el mercado, generando experiencias inolvidables, que le han permitido crecer en clientes y seguidores en las redes sociales.
Asimismo, durante los primeros meses de la cuarentena su negocio tuvo un crecimiento del 50 %. “Esta pandemia me ha ayudado a entender un poco más lo que el cliente quiere, y es por eso que lancé una línea de arepas saludables”.
Dentro de los aprendizajes que le dejó la pandemia es a apostarle a nuevas propuestas, no desfallecer y tratar de hacer felices a los clientes, pues enfatiza en que “todo es posible”.
David Lee
Tablas de madera
David Lee encontró en su pasión por la carpintería una oportunidad para crear su emprendimiento. Con productos hechos a mano, diseños exclusivos y madera de la mejor calidad, ha logrado que su negocio sea bastante próspero.
Sus productos han sido reconocidos por muchos de sus clientes, quienes aseguran que en ellos, se puede ver la ‘pasión y cariño’ que le pone al proceso de fabricación.
“Casi todas las personas después de comprar la primera tabla, compran más, o al menos me recomiendan”.
Asegura que uno de los mayores aprendizajes que le dejó la pandemia, fue entender y ver los negocios desde otra óptica. “Todas las crisis generan oportunidades, y que mejor oportunidad que ofrecer un producto que las personas iban a disfrutar en sus casas”.
Como parte de sus desafíos a futuro está ampliar su negocio para generar más empleo en la región y poder exportar sus productos de manera rentable.
Ingrid Pérez
Gerente de Susurradores
Su emprendimiento que inició a finales de 2019 ha ganado credibilidad y reputación. Entre sus mayores logros destaca que su empresa ha sido pionera en generar conversaciones en torno a la equidad por edad.
“De acuerdo a la OMS, hoy podría haber potencialmente más discriminación por edad que por género o raza. Fomentar y alimentar conversaciones que hablen de un mercado laboral más inclusivo no solamente es bueno, sino necesario. Decididamente, hemos iniciado una revolución cultural en donde queremos que las canas estén de moda”.
En cuanto a sus logros personales asegura que su emprendimiento le ayudado a ser una mejor profesional y persona. “Hoy valoro más que nunca el poder de un equipo, me aseguro de escoger y trabajar con los mejores aliados estratégicos y soy más consciente que nunca de que para avanzar hay que innovar y que para triunfar hay que arriesgar y aprender rápido de los errores”.
Para Ingrid ser emprendedora enriquece, obliga y enseña a ser más humilde, más creativo, rápido e innovador. Además, explica que emprender no significa renunciar a una vida corporativa plena, pues los aprendizajes son muy diferentes.
Entre sus desafíos está conectar lo mejor de las generaciones a través de una plataforma digital de alta calidad y lograr que el conocimiento se transfiera y perdure por años.
Erika Jaramillo
Gerente General – Klaxen
Como asistente de investigación en un centro de inmunología, Erika se dio cuenta de la importancia de mantener los espacios limpios y desinfectados para proteger la salud de las personas, sin perjudicar el medio ambiente.
Es así como creó Klaxen en el año 2010, una alternativa sustentable de insumos de limpieza y desinfección, orientados a la industria que requiere de altos niveles de inocuidad y protección de microorganismos.
Con más de 52 empleados –en su mayoría mujeres- su emprendimiento ha logrado desarrollar productos de alta innovación con clientes en toda Colombia, que los reconocen más por ser aliados estratégicos que como proveedores.
Jaramillo asegura que dentro de los principales retos que le dejó la pandemia del Covid-19 es seguir extendiendo su promesa de valor a todo el país, Latinoamérica y Norteamérica.
“Las empresas del sector tenemos una gran responsabilidad social y es seguir creando conciencia sobre la importancia de la limpieza y desinfección dentro y fuera de la pandemia para continuar ofreciendo insumos y procesos, que cuiden a las personas, pero también el medio ambiente”, dice la emprendedora.
Ricardo Correa
Corvatech
Luego de haber intentado crear un emprendimiento en varias oportunidades, afirma que esta tarea no es nada fácil. Sin embargo, un día decidió con un poco más de experiencia y con la seguridad de tener productos y servicios de óptima calidad volver hacerlo. Fue así como nació su empresa de facturación electrónica.
Entre sus mayores logros se destaca e-lectronic@, una compañía que se ha venido ganando un espacio entre las empresas que emiten grandes volúmenes de facturas, y reconoce que es indispensable mantener sus procesos de negocio sin ninguna alteración, a la vez que su operación fluye con normalidad.
“A finales del año pasado e-lectronic@ había logrado un reconocimiento importante para los grandes facturadores, habiendo logrado importantes negocios. Pero, por la pandemia la mayoría de los proyectos se suspendieron, dejándonos en una posición muy difícil, hemos hecho grandes esfuerzos para conservar a todos nuestros empleados y lo hemos logrado”.
No obstante, asegura que la crisis de la pandemia ha sido uno de sus mayores desafíos. “Hemos recurrido a varias entidades financieras en busca de los recursos destinados para aliviar a las empresas en la emergencia y la respuesta literal ha sido, que para las pequeñas compañías y los sectores más afectados en esta crisis no hay ninguna opción de acceder a estos crédito”, resalta.
Gina Bautista y Christian Ulloa
‘De la tierra con amor’
En plena pandemia, Gina y Christian decidieron dejar sus vidas citadinas atrás, para crear un emprendimiento rural.
Christian, el administrador de empresas, se dedicó a estudiar sobre tierras y cultivos y maduró una idea que en otros tiempos habían tenido en la mira: crear un emprendimiento que permitiera llevar a la mesa de los consumidores, productos con menos de 24 horas de cosechados y totalmente orgánicos, libres de pesticidas y químicos.
“Empezamos a estudiar formalmente a partir de febrero de este año, pero como no era un tema ajeno a nosotros debido a que ya teníamos huerta, decidimos dejar de ser empíricos y tecnificar, aprendiendo todos los procesos desde cero: contratamos un ingeniero agrónomo para que nos asista en lograr la certificación orgánica internacional”.
Esta pareja de agricultores se dedica cada semana a sembrar y recoger productos que difícilmente se encontrarían en un supermercado tradicional porque son 100% orgánicos: papas ancestrales, zanahorias anaranjadas e incluso blancas, yacón y hasta huevos de gallinas que realmente andan en libertad.
“Nuestro sueño es consolidar la marca, establecer procesos y procedimientos, así como lograr la certificación orgánica internacional”, confiesa Gina. Y de seguro, pensando en un negocio que sea sostenible como este emprendimiento rural, podrán lograrlo.
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