El auto móvil es el responsable del 56% de las emisiones de dióxido de nitrógeno y del 65% de las emisiones de las partículas sólidas en suspensión, dos de los contaminantes más peligrosos para la salud que forman parte de la polución y afecta considerablemente al medio ambiente.
Por esta razón, diversos países han tomado medidas drásticas para mitigar las emisiones de carbono, lo cual ha implicado modificaciones en los sistemas de transporte. Rumania por ejemplo, anunció públicamente que ha completado con éxito la primera conversión de un vehículo de gasolina a gas natural comprimido, según Antares Motors. El vehículo en el que se realizó la conversión de prueba, preparado para ser enviado al Registro Automotriz Rumano para la aprobación del sistema de conversión BIGAS CNG, es un Suzuki Vitara del 2017.
En Irán el gas natural ocupa un lugar muy importante y ha sido un recurso esencial para el gobierno. La economía de este país depende cada vez más de esta energía de origen fósil considerada como la más amigable con el medio ambiente.
La Agencia Internacional de Energía (AIE), en su World Energy Outlook 2017, hizo una declaración de cuán grande es el potencial de la industria del gas iraní: «En nuestras proyecciones, Irán lidera el crecimiento de la producción de gas en Medio Oriente, agregando 150 mil millones de metros cúbicos por año para el suministro de gas de la región hasta 2040», dijo la agencia.
Asimismo, la capacidad de producción de gas de Irán en South Pars, el campo de gas más grande del mundo en el Golfo Pérsico que se extiende hasta el territorio de Qatar, ha alcanzado los 575 millones de metros cúbicos por día. Según el Ministerio de Petróleo, el país del medio oriente tiene las segundas reservas de gas natural más grandes del mundo después de Rusia.
Por otra parte, Italia y Alemania son los países europeos con mayor uso de gas natural, donde las autoridades y las mismas empresas impulsan a diario políticas de apoyo para la compra y promoción del uso de este combustible. Y por último, Francia, ha planteado como propósito elimi-
nar el uso del diésel y la gasolina y proyectar al gas natural como la opción más idónea para reducir la contaminación atmosférica. Se proyecta que para el 2035 la cantidad de vehículos de metano pasarán de 15.000 a 300.000 y los de gas natural vehicular alcanzarán 1 millón de unidades, lo que
representaría el 3% de los automóviles que circulan por el país y el 10% de la demanda de gas francesa.
Por su parte, Colombia no se queda atrás en esta evolución. El país ya cuenta con más de 790 estaciones de servicio distribuidas en 22 departamentos para suministrarle el combustible a los más de 550.000 vehículos convertidos. Y desde la COP 21 ha empezado una ambiciosa transición hacia un
sistema energético bajo en carbono. Las emisiones del gas natural son menores entre un 40% a 50% a las del carbón y un 30% inferiores a las de fuel oíl.
En Colombia ya se han convertido más de 500.000 vehículos a GNV y según Antonio Celia, presidente de Promigas, si se convirtieran todos los vehículos del país a este combustible se generaría un ahorro de 10 mil millones de pesos.