Es una estadística que probablemente haya escuchado antes: las personas solo tardan unos segundos en juzgarlo, especialmente cuando se trata de entrevistas de trabajo.
Durante ese tiempo, un gerente de contratación tomará determinaciones cruciales sobre usted, incluida su simpatía, su confiabilidad, qué tan agresivo o pasivo parece y qué tan bien encajaría con los demás en el equipo.
Gary Burnison, autor de best-sellers y director ejecutivo de Korn Ferry, la empresa de contratación y contratación más grande del mundo, ha visto muchos errores en las entrevistas de trabajo descuidado en su carrera de décadas. Éstos son algunos de los más importantes que destruirán instantáneamente una primera impresión:
- Mentir, exagerar o inflar
Le dice al gerente de contratación que todavía está trabajando en su último trabajo, aunque ya haya renunciado o lo hayan despedido. Quieres parecer más deseable, así que haces que parezca que todavía estás en esa empresa.
¡Gran error! Mentir es una falta de respeto para el entrevistador y nunca podrá recuperarse de ello. Incluso algunos de los mejores directores ejecutivos y empleados han sido despedidos; no es el fin del mundo.
Alguien verificará los hechos de lo que dices, así que siempre di la verdad. La gente quiere saber quién eres, no descubrir quién no eres.
- Llegar tarde
No quiere que lo primero que le diga al gerente de contratación sea: «Lo siento, llegué tarde».
Ya sea virtual o en persona, no sea esa persona desafortunada que llega tarde porque se perdió o subestimó el tiempo de viaje o tuvo problemas técnicos.
Llegar tarde es de mala educación para aquellos a quienes ha estado esperando. También les da a las personas una idea de cómo sería trabajar contigo y, al no ser puntual, les estás diciendo a los demás que no eres confiable.
- No tener ejemplos relevantes de logros
El entrevistador le pide que explique los logros que ha enumerado en su currículum y, como está nervioso, su mente se queda en blanco. Te tropiezas, tal vez incluso leyendo una copia de tu currículum.
Pero el entrevistador está atento a los detalles para determinar cómo se ajusta a las demandas del trabajo y qué tan bien se comunicaría con sus colegas y clientes.
Los ejemplos que dé deben cubrir cuatro áreas clave:
El desafío (u oportunidad) enfrentado
Las acciones tomadas
Los resultados obtenidos
Las lecciones aprendidas de la experiencia
- Hablar demasiado o muy poco
El entrevistador te hace una pregunta que no estás preparado para responder: «Dime cómo manejarías el desafío [X] …»
Presa del pánico, o sigues hablando y hablando, esperando que digas algo relevante, o das una respuesta breve y luego te quedas en silencio. ¡Ay!
La mejor forma de prepararse es ensayando. Haga una entrevista simulada con un mentor o amigo y practique dando respuestas claras y concisas a las preguntas comunes de la entrevista. (No olvide preguntarle también al entrevistador sus propias preguntas).
- Parecer desesperado
Señales no verbales como sentarse en el borde de su silla o decir cosas como «¿Cuándo tendré noticias tuyas?» puede irradiar desesperación. También puede generar dudas sobre sus habilidades, su encaje con la organización y por qué otros no lo han contratado.
Algunos consejos rápidos sobre el lenguaje corporal que te harán lucir más seguro:
Establezca contacto visual: parecerá más amigable y concentrado.
Evite mirar hacia abajo: parecerá distraído o falto de confianza.
Brazos libres, no cruzados: proyectará franqueza, mientras mantiene las manos libres para hacer gestos.
Sentarse hacia adelante / hacia atrás: inclinarse hacia adelante le ayuda a presentar sus ideas. Si se inclina hacia atrás mientras escucha, mantenga la postura abierta.
Sonríe: Transmitirás felicidad y confianza, mientras haces que los demás se sientan bien consigo mismos.
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- Llevar algo de comer o beber
Si la recepcionista o el entrevistador le ofrece agua, está bien que la acepte.
De hecho, debe pedir ayuda, tal como lo haría si fuera un invitado en la casa de alguien. ¿Dónde se guardan los vasos? Si hay una jarra de agua sobre la mesa, ofrézcase a servir para su entrevistador.
Pero nunca traiga su propio café, refrescos, bocadillos o cualquier otra cosa. Estuve en varias entrevistas en las que los candidatos explicaron que estaban en su pausa para el almuerzo y preguntaron si podían comer mientras hablaban. Super descuidado y un gran desvío.
- No tener un «Plan B»
Si su entrevista es una videoconferencia, pruebe la tecnología con anticipación. Tenga un número de teléfono de respaldo en caso de problemas de acceso o falla tecnológica.
Tenga en cuenta que algunos sistemas de videoconferencia tienen una demora de dos o tres segundos entre la comunicación visual y la de voz. Permita un poco de tiempo en el toma y daca de la conversación.
Además, ¿conoce las contraseñas necesarias? ¿Cómo te ves? Como suena ¿Cómo está la iluminación? ¿Hay mascotas o niños en el fondo?
Cuando se prepara para lo peor, es más probable que todo salga bien.
Este artículo fue publicado originalmente en CNBC. Léalo acá