La tasa de desempleo juvenil, que según datos del DANE fue del 18,7 % en el primer semestre de 2018, refleja, por un lado, una incapacidad de generar un modelo económico que impulse la oferta de nuevos empleos, y por el otro un aumento de la informalidad ante la falta de oportunidades.
La informalidad sigue siendo un factor importante al analizar de manera cuantitativa el desempleo juvenil, pues la metodología actual toma como empleados a todos aquellos que paguen seguridad social.
Según el profesor César Giraldo, de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Colombia al comparar la población activa en seguridad social frente a la económicamente activa, la informalidad en Colombia es del 70 %, en tanto que en el mundo se estima en 76,7 %, según la Organización Internacional del Trabajo.
El representante del Ministerio de Trabajo resaltó los incentivos que propone el Gobierno para formalizar el empleo. “La informalidad es la puerta de entrada al joven, porque no se le brinda una mejor oportunidad; también es la salida de los adultos mayores de 40 o 50 años, quienes tampoco encuentra oportunidades”, manifestó.
Por está razón, los esfuerzos se han enfocado en explicar por qué es importante vincularse al mercado laboral formal y no quedarse en actividades de rebusque. “A través de la Red Nacional de Formalización hemos intentado explicar que el ser formal le da acceso a la seguridad social, que garantiza, entre otras cosas, tener una vejez digna”, expresó el funcionario.
El primer empleo
Según el DANE, a los jóvenes con estudios profesionales les toma más tiempo encontrar un empleo formal (31 semanas), seguidos por los técnicos (27 semanas) y los bachilleres (22 semanas), de ahí que se plantee una responsabilidad directa o indirecta por parte del sector académico.
En tal sentido, el economista Camilo Rozo, coordinador del Grupo de Políticas Activas de Empleo del Ministerio de Trabajo resaltó que con el programa “Mi primer empleo” el Gobierno nacional ha intentado incorporar a los jóvenes al mercado laboral, logrando plazas para más de 53.000 jóvenes sin experiencia. Sin embargo reconoce que esta iniciativa no ha sido suficiente para cubrir la magnitud de este fenómeno.
El profesor César Giraldo fue enfático en afirmar que la universidad no puede resolver el empleo de sus estudiantes, ya que este es un problema de país que tiene que ver con la estructura productiva y el mercado laboral. No obstante reconoció que la academia sí debe hacer un esfuerzo por complementarse con los sectores público y privado.
Respecto a la formación por competencias, explicó que una es la formación para el trabajo, y otra para la académica. “Es tan importante el SENA como la U.N., porque están jugando dos roles diferentes en la sociedad. “Recordemos que la educación también tiene que ver con la formación de sujetos críticos y la construcción de ciudadanía y de democracia”, finalizó.