Publicado: septiembre 27, 2019, 9:25 pm
En Colombia, el número de créditos de vivienda ha venido incrementado desde 2015, mostrando un crecimiento anual promedio de 5,3%. Este crecimiento, que implica 29,987 créditos más entre 2015 y 2018, representa seguridad y estabilidad, garantizando una oportunidad de desarrollo de la economía en los hogares colombianos.
Este crecimiento, se ha podido ver reflejado en la tendencia a adquirir vivienda propia, ya que se ha visto un incremento del 2% en el número de familias con tenencia de vivienda propia, alcanzando un 47,9%. Este dato, por otro lado, contrasta con el porcentaje de familias con vivienda en arriendo, que ha venido decayendo desde 2015, pasando de 37,3% a un 33,5%.
Por otro lado, un factor clave a observar en el desarrollo del crédito de vivienda en Colombia es la ubicación. Por ejemplo, hay un contraste marcado en términos de acceso a crédito entre municipios más rurales y municipios con un nivel de urbanización más alto o ciudades. Esto, aunque parece obvio, resalta el hecho de que, a pesar de que es un menor nivel, en los municipios rurales hay acceso a créditos de vivienda. 1 de cada 5 créditos es para la población rural, lo que significa que cada vez la población colombiana, sin importar su ubicación geográfica, accede a productos financieros y entra a un proceso de bancarización.
Hoy en día, la mayor parte del crédito de vivienda está del estrato tres hacia abajo. Este grupo representan el 60,8% de las nuevas operaciones entre enero de 2018 a junio de 2019. En ese mismo sentido, el 57,7% de las operaciones para crédito de vivienda se ubicaron por debajo de los 120 salarios mínimos vitales, lo que equivale a valores menores de 100 millones de pesos. Esto significa que los créditos no están siendo otorgados a grandes acreedores, sino que, por el contrario, se está viendo un mayor acceso de la clase media a este tipo de servicios.
El factor de la edad muestra que las personas entre 26 a 35 años representan el 35,9% de las operaciones de crédito de vivienda, lo que significa que los “millennials” sí están buscando tener casa propia. Del mismo modo, el rango de 36 a 45 años se ubica en el segundo puesto con un 30,7%.
El crédito de vivienda, además de significar estabilidad y un mejor futuro y calidad de vida, también representa un fortalecimiento del historial crediticio de los usuarios.