La pandemia ha acelerado la digitalización y con ella el crecimiento de muchos emprendimientos femeninos en la región que demuestran el esfuerzo y la motivación que tienen las mujeres por crear sus negocios. De acuerdo con el Global Entrepreneurship Monitor, el promedio de mujeres emprendedoras en Colombia es del 30,2% por encima del promedio de en América Latina y el Caribe, que es del 24%, que, a su vez, es una de las tasas más altas en comparación con otras regiones como Europa y Norteamérica que es del 5,7%.
Para Lorena Montespier, uno de los referentes en el mundo digital y Chief People Officer de Nawaiam, el videojuego que define el perfil de conductas de las personas en tan solo 15 minutos; el perfil conductual de una mujer emprendedora latinoamericana es una persona proactiva, dinámica e innovadora que cuenta con la capacidad de enfrentar riesgos, tolerar la incertidumbre y llevar a cabo todos sus proyectos, a pesar de los obstáculos.
En línea con esta premisa, Lorena Montespier nos comparte las seis características que distinguen a las mujeres emprendedoras:
- Orientación a las personas: estas mujeres son personas sociables, expresivas y cercanas; lo que les ayuda a lograr muchos compromisos, ya sea con los objetivos de la organización o en un proyecto en particular.
- Tendencia a la cooperación: ayudan a que el trabajo en equipo sea más natural, por eso son activas en todo el tema de la inclusión y conteniendo a las personas. También son las que se preocupan porque los procesos sean ordenados y sanos.
- Capacidad de actuar en muchas direcciones: poseen la capacidad innata de pensar y actuar en muchas direcciones o temas al mismo tiempo. Lo que les da una ventaja, a la hora de tomar decisiones o enfrentar crisis.
- Conducción horizontal: el liderazgo femenino es inclusivo y alienta a la participación y a compartir el poder y la información con aquellos a quienes conducen. Usualmente, tienden a crear y fortalecer las identidades de grupo.
- Predominio de lo emocional: en general están capacitadas para tener en cuenta el lado “humano” de las personas y generar altos niveles de empatía.
- Mayor predisposición al cambio: su estilo es innovador, con un firme sentido de la calidad, centrado en la persona, flexible, comunicativo y a su vez persuasivo.