En la década de los 80, en medio de la crisis de la deuda externa de Latinoamérica, se decía que Colombia -un país que jamás dejó de cumplir con sus obligaciones financieras- estaba en un mal vecindario.
Cuarenta años después, un analista evocó ayer esos tiempos al decir que “en el concurso de las feas, la economía colombiana luce como una de las mejores en la región”. Pero no porque esté sobrada de lote, sino porque “en tierra de ciegos el tuerto es rey”.
«Somos la (economía) menos fea, pero tenemos una ventana de oportunidad y el compás de espera de los mercados”, respondió el Ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, a la observación de su colega de Anif, Sergio Clavijo, durante el Seminario Macroeconómico que se realizó ayer en Bogotá.
Y es que para Clavijo, si bien los principales indicadores líderes muestran señales de moderada recuperación, el crecimiento del último trimestre de 2018 (que el Dane revelará a finales de mes) probablemente estará más cerca del 2,3%-2,5% que del 3% que proyectaban los más optimistas, lo cual implicaría que la expansión de todo el año habría oscilado entre 2,5% y 2,6%.
“Nos alarma el marcado deterioro del mercado laboral, promediando el desempleo tasas del 9.7% a nivel nacional durante 2018 y del 10.8% en zonas urbanas”, explicó el analista al prever un crecimiento del 3,3% para 2019 y de 3,5% para 2020.
En términos similares se expresó el ex ministro de Hacienda, Guillermo Perry, al señalar que se requiere el liderazgo del presidente Iván Duque para alcanzar acuerdos previos con los partidos políticos y superar los desafíos que enfrenta la economía.
En una coyuntura electoral, por las elecciones de mandatarios locales a finales de 2019, Perry subrayó la dificultad de hacer reformas estructurales en un Congreso dominado por microempresas electorales; un ejemplo de ello son las exenciones y los privilegios tributarios de la última Ley de Financiamiento.
“El gobierno debe ser cuidadoso en no dar papaya con mensajes políticamente riesgosos”, señaló el ex ministro al explicar que la última reforma no solo mantuvo sino que aumentó las exenciones y privilegios tributarios para las mega inversiones, el sector agropecuario y la economía naranja; castiga más las rentas de trabajo que las del capital y plantea retos para cumplir con la regla fiscal a partir de 2020.
En el mismo sentido se han pronunciado agencias calificadoras como Moody’s, que ayer ratificó que más allá de 2019, la reforma tributaria no generará suficientes ingresos para cumplir con los objetivos de déficit fiscal. «Sin medidas de reforma integrales que aborden las restricciones relacionadas con la reducida base de ingresos de Colombia, esperamos que los ingresos fiscales disminuyan aún más hasta 2022 a medida que se van integrando los recortes tributarios corporativos».
“Hemos entrado en una peligrosa carrera y hoy vemos a la derecha haciendo promesas de corte populista que eran monopolio de la izquierda y de los defensores del socialismo del siglo XXI”, concluyó Clavijo.
“Las cuentas del Plan Financiero 2019 generan dudas sobre los recursos esperados por privatizaciones dada la ausencia de un plan concreto”, dijo por su parte Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo, al señalar que, en ausencia de medidas adicionales, el déficit fiscal total se desviaría de la senda exigida por la regla fiscal.
Sin embargo, para Mejía -quien proyecta un crecimiento del 2,7% el año pasado y del 3,3% en 2019- en el mediano plazo la economía podría continuar con una dinámica de recuperación, jalonada por la demanda interna y alcanzar tasas de crecimiento del 3,8%.
Ante las críticas, Carrasquilla defendió la Ley de Financiamiento y dijo que le ayudará al país a dinamizar el crecimiento sostenido e inclusivo hasta en 0,4 puntos porcentuales en el mediano plazo, gracias a sus 3 pilares fundamentales: emprendimiento, equidad y legalidad.
“La tasa de crecimiento de largo plazo cayó de 4,8% en 2012 a 3,5% en 2018. De mantenerse esta situación, dejaríamos de generar el equivalente a $700 billones -unos $15 millones por persona- a largo de los próximos 10 años”, explicó el funcionario quien anunció un plan para reformar el Estado, disminuir y eliminar los subsidios más gravosos y regresivos, además de la modernización de la DIAN