Con la migración constante de consumidores desde los escenarios de comercio físico hacia los espacios de transacción digital, se ha convertido en una necesidad habilitar canales de negociación alternativos y seguros -donde comerciantes y compradores- tengan la posibilidad de aportar al desarrollo de lo que hoy se conoce como economía digital.
De esta manera, las subastas por Internet, se consideran actualmente uno de los mecanismos con mayor participación, debido a que posibilita la recuperación de capital para pequeñas, medianas y grandes empresas a través de la venta de sus activos en desuso. Y, por otro lado, democratiza y permite el libre acceso a nichos de mercado anteriormente restringidos para los usuarios, facilitando así, los procesos de inversión.
Según estudios de BBVA Research, son múltiples los efectos que han traído consigo los modelos de negocio electrónico, entre los que se destacan, la reducción de costos de distribución, la ampliación de la oferta de productos y servicios para el consumidor, así como, el ingreso a mercados internacionales fértiles para la inversión. Entre tanto, de acuerdo a cifras presentadas por la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico (CCCE) se registró un aumento del 31,7% en el total de ventas en línea, alcanzado un valor total promedio de $9,9 billones durante el 2021.
Para Helena Balcázar, gerente general de Superbid Colombia -multinacional pionera en el desarrollo de subastas online en Colombia y Latinoamérica- esta modalidad de compra y venta virtual ha presentado gran acogida, debido a la tranquilidad que proporciona el hecho de eliminar el factor humano en su manejo y garantizar la transparencia mediante un software patentado y automático donde el comprador es el único que interviene en el desarrollo de la subasta.
“La plataforma hace pública la información de los lotes disponibles, su procedencia lícita por parte de empresas certificadas, características del estado actual del bien y el valor inicial de oferta, datos que le dan la seguridad a los usuarios para tomar su decisión de compra”, explicó Balcázar.
Así pues, de acuerdo a cifras de la multinacional, durante el 2021 se realizaron alrededor de 825 subastas en línea a través de las cuales se obtuvo un total aproximado de $138 mil millones, registrando un alza del 189% con respecto al año anterior. De igual forma, durante este período, hubo en promedio de 470 empresas vendedoras y 20.547 registros de participantes nuevos con un ticket de venta promedio de $37 millones.
Internacionalización de la subasta virtual
Este panorama, ha generado interés en otros mercados latinoamericanos que buscan potenciar su presencia en el comercio virtual y generar dinamismo en la industria local.
Uno de ellos, es Panamá, quien decidió incursionar en la realización de subastas virtuales de chatarra y salvamentos, categorías que registran ventas por más de $60 mil millones en Colombia y representan una alta demanda debido a las tendencias de reutilización, reciclaje y aprovechamiento de residuos que pretenden darle una nueva vida útil a materiales, para muchos, inservibles.
En la actualidad, empresas como SURA y CELSIA en Panamá, han puesto a disposición de los internautas, por un lado, alrededor de 4 lotes de salvamentos por un valor inicial de oferta desde USD 3.700 y, por otro lado, la compañía Celsia en Panamá tiene habilitados en subasta 23 lotes de maquinaria industrial. Se prevé que durante esta primera subasta se obtenga un aproximado de USD 1.500.000 correspondientes a la venta de los lotes de salvamento y la maquinaria industrial de ambas compañías.
“Generar un mayor reconocimiento y alcance internacional de este tipo de mecanismos virtuales – como las subastas en línea- permite contribuir al desarrollo de las economías locales habilitando nuevos espacios de recuperación de capital e inversión que fortalezcan la actividad de los sectores industriales”, concluye Balcázar.