Acerca de la situación actual del microcrédito en Colombia para el segundo trimestre del año 2017, el sector económico con mayor acceso al microcrédito se presenta en el sector comercio, seguido por los servicios y las personas naturales.
En el caso del sector agropecuario, de la construcción y de las comunicaciones el acceso es aún restringido; esta circunstancia puede ser explicada por la baja rentabilidad, como consecuencia de los altos costos en que se incurre para hacerles llegar los servicios financieros que estos sectores requieren.
Con respecto a los riesgos derivados del sobreendeudamiento, se evidencia la necesidad de que las entidades originadoras de microcrédito cuenten con políticas y procesos que les permita vigilar el endeudamiento total de los sujetos de crédito. Esta situación se ve reflejada en el indicador de calidad de la cartera, el cual muestra un deterioro significativo al pasar del 6,2 % en diciembre 2015 al 7.0% en mismo periodo de 2016 y al 7,5 % en el segundo semestre de 2017. Lea también: Tenderos de Colombia se integran a la economía digital
El deterioro es preocupante debido a que el mayor perjuicio se le está generando a los propios microempresarios, quienes al ser reportados adversamente en las centrales de riesgo se ven obligados a recurrir a alguna modalidad de crédito informal. En este punto vale la pena resaltar el interés demostrado por la Superintendencia Financiera de Colombia en relación con la definición y homologación de la reestructuración de las deudas, sin desconocer las diferentes situaciones en las que un cliente se puede encontrar en mora.
Si se analiza el monto y número de los desembolsos de microcrédito realizados en 2016, de acuerdo con el reporte de inclusión financiera, en los municipios urbanos y rurales se realizaron desembolsos por $ 7.6 billones y por $1.8 billones de pesos respectivamente en casi 2’400.000 operaciones, lo que arroja un promedio por desembolso de $3’900.000; mostrando así la profundización financiera, el impacto del microcrédito y su apoyo a la población colombiana en todas las regiones del país. Lea también: 1 de cada 2 créditos solicitados son de estratos 1 y 2
Es importante resaltar que a pesar de que la tasa de usura se ubica en el 55,10 %, el promedio de colocación de los últimos 6 meses estuvo en el 37.20%, lo que significa 17,9 puntos por debajo de la tasa permitida. De esta forma, se demuestra que mientras las condiciones lo permitan, se genera un efecto de autorregulación por parte de las entidades.