La Facturación electrónica es el documento que soporta transacciones de venta de bienes y servicios en medios y formatos electrónicos. Cualquier persona natural o jurídica puede optar por ella, bien sea con soluciones tecnológicas propias o por contratación. Para hacerlo efectivo, deberán registrarse como facturadores electrónicos voluntarios en la página de la DIAN.
«Es importante que los contribuyentes que tengan la obligación de declarar y pagar IVA, e impuesto al consumo, empiecen a facturar electrónicamente antes de ésta fecha” comenta Juan Luis Jiménez, experto en facturación electrónica en Latinoamérica. Con el fin de que no se presenten altercados, como el incremento de costos o que el proyecto se asuma de una manera acelerada y no se aplicado de la manera correcta.
Dentro del proceso, se han expedido 33 resoluciones que habilitan a las empresas para facturar electrónicamente y 24 autorizaciones de proveedores tecnológicos de factura electrónica. Para llevar a cabo el proceso, se debe adquirir la licencia a un proveedor tecnológico autorizado por la DIAN, u optar por una solución propia. Utilizando este servicio, las empresas invertirán entre $200 y $300 por factura, lo que antes costaba en $300 y $3.000 con un impresor, presentando un ahorro del 90%.
Para las Pymes e independientes que pertenezcan al régimen común, e inclusive quienes pertenezcan al régimen simplificado y que deseen emitir factura electrónicamente, existen licencias especiales, como Mifactura de Factura1 SAS, como proveedores de servicio para la generación, envío, recepción y validación de documentos electrónicos y que son de muy bajo costo y que aplican para la empresas o personas naturales que no cuentan con un ERP o sistema contable.
Se estima que para 2019 entre el 85% y 90% de las compañías en Colombia facturará bajo ésta modalidad.