Publicado: mayo 24, 2017, 10:55 am
La principal red de televisión por Internet con servicio en más de 190 países y algo más de 93 de millones de suscriptores, Netflix, incluyó dentro de su oferta de contenidos el documental Colombia Magia Salvaje, la película colombiana más taquillera de la historia del país, que recoge en 90 minutos una historia de biodiversidad local, al filmar más de 38 especies y 20 ecosistemas naturales.
Desde 2010 la producción de Colombia Magia Salvaje, se dedicó a investigar y recorrer diferentes escenarios del país, para finalmente producir este largometraje con el apoyo económico e intelectual de Grupo Éxito y el equipo Off The Fence, uno de los más especializados en documentar naturaleza. Más de 2 millones de de espectadores acudieron a las salas de cine durante los meses que estuvo en cartelera en el 2015, cifra que es un hito para un documental colombiano que representó una inversión que se estima en no menos de US$3 millones.
“Todo nació cuando vimos la película Home, un documental sobre medio ambiente filmado en cincuenta países, el cual no incluyó a Colombia. Home nos inspiró, pues sentíamos que nuestro país merecía, dada su posición en el contexto de biodiversidad del mundo, un producto fílmico sobre su naturaleza, paisajes y especies producido con la mejor tecnología. El resultado fue el documental Colombia Magia Salvaje, que ha despertado una movilización y sensibilización nacional alrededor de su mensaje central: Somos el segundo país en riqueza de biodiversidad en el mundo y no lo sabemos”, cuenta Francisco Forero, Director de la Fundación Ecoplanet y Productor Ejecutivo de la película.
El proyecto, como cabe imaginar, no resultó nada sencillo. “La naturaleza misma nos puso a prueba. Debíamos hacer coincidir nuestro cronograma de producción con factores como el clima, la estacionalidad de ciertos fenómenos, las épocas en que se produce el comportamiento de las especies animales y la disponibilidad para traer a Colombia el mejor equipo humano y técnico liderado por el director Mike Slee. Filmamos 150 horas de grabación desde aire, agua y tierra”, explica Forero.
Parte de los escenarios a los que ha llegado el documental, es el Environmental Film Festival en Washington, el festival de cine ambiental más grande del mundo al que asisten cerca de 30.000 personas.
