En una conferencia que ofreció en Vancouver, en 2015, el magnate y fundador de Microsoft lanzó una dura advertencia que resultó casi profética: “Un virus altamente infeccioso –y no una guerra-, podría matar a 10 millones de personas en las próximas década”.
Dicha profecía le ha valido toda suerte de ataques y señalamientos carentes de sentido promovidos por los anti-vacunas. Tan lejos han llegado, que las teorías que vinculan falsamente a Bill Gates con el coronavirus, se mencionaron 1,2 millones de veces en la televisión o las redes sociales entre febrero y abril, según un estudio de The New York Times y Zignal Labs, principalmente en Facebook.
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Pero lejos de amilanarse, Gates mantiene su cruzada filantrópica. De hecho, en una reciente entrevista con Bloomberg aseguró que Estados Unidos probablemente saldrá de la pandemia a finales del próximo año y que al mundo podría tomarle incluso más tiempo, agudizando la inestabilidad sanitaria y financiera hasta 2022.
Sobre los esfuerzos para desarrollar la vacuna, dijo que los primeros desarrollos probablemente serán “un parche”, proporcionando sólo inmunidad a corto plazo.
«La innovación en la escalada de diagnósticos, en nuevas terapias y vacunas es realmente impresionante. Y eso me hace pensar que, en el ámbito de los países ricos, deberíamos ser capaces de acabar con esto para finales de 2021 y, en el resto del mundo, para finales de 2022».
En otra entrevista con la revista Wired, Gates explicó que una de las razones por las que en EEUU aún se está lejos de una nueva normalidad es la manera en que se testea. “La mayoría de las pruebas de coronavirus en EEUU son un desperdicio, completamente basura”.
A juicio suyo, en la mayoría de los casos los resultados no llegan a tiempo para que los infectados cambien su comportamiento para evitar infectar a otras personas.
En declaraciones a Business Insider, el magnate también señaló que si las vacunas no se comparten para su acceso en todo el planeta se mantendrá la amenaza del Covid 19.
«El otoño podría ser duro. Estaremos más tiempo dentro de casa. Hará más frío. Sabemos que esas son cosas que hacen que la enfermedad se dispare».