Aunque el Gobierno prevé un rebote de la economía en “V”, esto es, con una recesión entre 6% y 7% en 2020 y un crecimiento del 5%, en 2021, en una rara aparición, el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, sostiene que el margen para aumentar el gasto está llegando a su límite.
“Vamos a subir la deuda pública en cerca de 10 puntos del PIB -hasta el 65,6% del PIB- y debemos pensar en la sostenibilidad intertemporal de esa deuda”, explicó.
Según el Marco Fiscal de Mediano Plazo, después de cerrar 2019 con un déficit del 2,5%, el Gobierno Nacional Central tendrá un faltante de recursos del 8,2% del PIB en 2020, aunque después disminuiría al 5,1% del PIB en 2021.
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Cada punto del PIB equivale a unos $10 billones. En plata blanca, eso quiere decir que el Gobierno tendrá que lograr la aprobación en el Congreso de una reforma tributaria que le permita aumentar el recaudo en unos $20 billones (2 puntos del PIB) para comenzar a equilibrar las cuentas.
Dicha cifra ($20 billones) equivale a 3 veces el tamaño de las últimas reformas tributarias, lo cual hará difícil su aprobación en 2021, seguramente en el primer semestre, dado que en 2022 habrá elecciones legislativas y presidenciales.
Pero, ¿cuáles son las alternativas que baraja el Gobierno y qué esperan algunos de los principales analistas? ¿Un IVA del 19% generalizado? ¿Más impuestos a la clase media y menos a las empresas?
“A mediano plazo tenemos que pensar en generar mayores ingresos para la Nación, más eficiencia del gasto y a su vez focalizarlo y racionalizarlo, pensando en un Estado más pequeño”, explica el viceministro de Hacienda, Juan Alberto Londoño.
En líneas generales, el Gobierno se inclina por mantener las rebajas tributarias a las empresas, que son las que generan la riqueza y el empleo, y por gravar más a las personas naturales para modificar la actual ecuación del recaudo, donde un 70%-80% proviene de las firmas y el resto de las personas naturales, al revés de lo que sucede en la economías desarrolladas (OCDE, club del que Colombia es miembro ya).
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Pero sacar una reforma tributaria así en el Congreso no será fácil, ya que la actual crisis aumentará la pobreza y ha deteriorado la situación de la clase media, sobre la que recaería la mayor carga impositiva.
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OPINAN LOS ANALISTAS
En un reciente evento virtual convocado por KPMG, un grupo de analistas dijo cómo debería ser la próxima reforma tributaria:
Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo
“Hemos visto un aumento en el impuesto de renta en las empresas y el de las personas sigue estando muy por debajo; la composición es totalmente distinta, la gran mayoría de países lo que hacen es gravar (especialmente) a las personas que son dueñas de las empresas y no tanto a las compañías, hay que cambiar ese balance de la composición tributaria”.
Marcela Eslava, Decana de economía de la Universidad de los Andes
“Una reforma tributaria es inevitable. Por una parte, porque ya sabíamos que para 2021 íbamos a estar desfinanciados y que era necesario saber de dónde iban a salir esos recursos, pero además porque los colombianos no deberíamos estar contentos con un sistema tributario regresivo. Al mirar los ingresos antes de los impuestos tenemos una distribución pésima de esos ingresos. Al igual, es necesaria la reforma porque la necesitamos de manera desespera en la lucha contra la desigualdad. Nos hemos equivocado en el intento, en una parte por generar exenciones para sectores específicos (empresas) y eso se entiende en el ámbito internacional como una movida en detrimento de la productividad agregada, en esencia, porque distorsiona todos los incentivos y lleva a la actividad hacia sectores que son más rentables y tienen menos impuestos, pero no necesariamente son más rentables porque son más prometedores en términos de crecimiento a futuro, es decir, los que más productividad van a generar”.
Bruce Mac Master, presidente de la ANDI
“Colombia haga lo que haga debe crear las condiciones correctas para que exista más y mejor inversión. Solamente así recuperaremos los índices que se han caído. Debemos ser conscientes de que el mundo entero estará buscando mayor inversión, de manera que la competencia por esa inversión va a ser realmente dura y compleja. Entonces debemos preguntarnos frente a lo fiscal y tributario: ¿qué puede hacer Colombia y cómo lo va a hacer para lograr un ser un buen destino para la inversión?”.
Ángela Hurtado, presidenta JP Morgan Colombia
“Somos un país que recauda muy poco como porcentaje del PIB. Tenemos unos impuestos malos como el 4X1000 que finalmente lo único que hacen es incentivar el uso del efectivo y la informalidad, tenemos exenciones que le cuestan al país más de 80 billones de pesos y muchos de esos benefician a algunos sectores privados; además, somos uno de los países menos competitivos desde el punto de vista privado y más complicados tributariamente. Tenemos que llegar a un acuerdo y, desde el sector privado, llegar al Gobierno con propuestas donde todos pongamos”.
Munir Jalil, Economista Jefe de BTG Pactual para la Región Andina
“Estamos ante una situación difícil. El año entrante el Gobierno Nacional espera que se incrementen los impuestos significativamente alrededor del 13%; sin embargo, en la medida que no se cumpla la meta del crecimiento económico, no lograremos los ingresos esperados y se generará un gran hueco en 2021. Ahora, si el objetivo del Gobierno es mandar una reforma tributaria al Congreso de la República en el segundo semestre de 2021, nos preguntamos si el Congreso tendrá la suficiente concentración para formularla y establecerla, o si estarán más pendientes del tema electoral para su reelección. En ese sentido, hay incertidumbre sobre la capacidad política que necesita el gobierno para aprobar esa reforma tributaria en el segundo semestre del 2021”.