Publicado: noviembre 8, 2017, 4:20 pm
La corrupción le cuesta a Latinoamérica más de 140 mil millones de dólares cada año (según reportes divulgados por Global Financial Integrity). Esto se calcula que es el 3% del Producto Interno Bruto –PIB de toda la región. Se trata de una situación que afecta tanto a gobiernos como a empresas privadas y, según lo visto recientemente, incluso a los dos al mismo tiempo.
“Aun cuando se trata de un fenómeno que está directamente relacionado con las personas, su ética, moral y comportamientos, la tecnología está al servicio de quienes buscan realmente combatir este flagelo”, dijo Vivian Jones, experto de SAS.
Una correcta gestión de los datos, soluciones analíticas enfocadas en la prevención de fraudes y trazabilidad de las operaciones mediante cadenas de bloques de información encriptada (sistemas como Blockchain), son las más empleadas por los países que tienen políticas claras para controlar este fenómeno. Lea también 59% de los colombianos no cree en la lucha contra la corrupción
“Las soluciones de análisis y gestión de datos funcionan porque permiten blindar los ciclos de compra, así no quedan tan expuestos a errores, excepciones o corrupción. Estas soluciones son las que están ayudando a las empresas a adelantar programas de mitigación de riesgos y manejo de normatividades más eficaces”, precisó Jones.
Según el experto, en temas como los de la contratación o procesos de compras, aparte de la tecnología, las organizaciones que están logrando controlar la corrupción tienen en común haber prestado especial atención al accionar de terceros, incluidos proveedores, proveedores, socios, agentes y empresas conjuntas, ya que pueden surgir problemas a través de fraude en procesos de compra, inflación de precios y facturación doble si no se ponen en marcha procesos sólidos. También le puede interesar: Pesimismo económico y mucha corrupción: la imagen del país para los colombianos
Adicionalmente destaca, lo que se impone es el uso de enfoques híbridos, que incluyen enfoques analíticos que combinan reglas comerciales, análisis de mercados, comparaciones con fuentes externas de datos descriptivos de la empresa y análisis de enlaces entre proveedores o entre proveedores y empleados.
Finalmente, según la experiencia demostrada en otros países, para que las soluciones tecnológicas y analíticas puedan garantizar la integridad de los procesos de compra se requiere poder ingerir tipos de datos heterogéneos desde múltiples sistemas administrativos, contables y de recursos humanos.
“Solo entonces pueden los equipos internos acelerar las evaluaciones y las auditorías, así como documentar los casos para una mayor investigación o enjuiciamiento”, concluyó Jones.
