A pesar de que la economía del país no levanta cabeza y los comerciantes y gremios industriales piden medidas urgentes para reactivar la economía, Moody’s Investors Service subió la perspectiva del sistema bancario de Colombia a estable, de negativa, ante la tendencia de recuperación de los niveles de capital de los acreedores y la disipación de las presiones de utilidades.
«El crecimiento económico se estabiliza gradualmente después de la fuerte caída mostrada en 2016», señala Alcir Freitas, un Vice President de Moody’s. «En combinación con la desaceleración de la inflación y la menor volatilidad del precio del petróleo, esta estabilización dará soporte para un entorno operativo estable para los bancos». No obstante, el crecimiento de crédito se mantendrá muy por debajo de las tasas que fluctuaron en un rango alrededor del 13 al 15% en años recientes y los riesgos de activos se mantendrán relativamente altos. Al mismo tiempo, la baja originación de crédito también limitará la necesidad de los bancos de captar fondos del mercado y mantener así un nivel de liquidez adecuado.
Los niveles de capital de los bancos colombianos mostrarán una mejora modesta, impulsada por una fuerte rentabilidad al tiempo que el bajo crecimiento de crédito limita el consumo de capital. Sin embargo, los niveles de capital se mostrarán débiles en comparación con los pares globales debido a los considerables montos de crédito mercantil existentes, lo que limita la absorción de pérdidas.
A pesar de su importante disminución en años recientes, las utilidades se mantendrán fuertes gracias a los amplios márgenes de interés neto, que promediaron 5.4% en 2016, y a los bajos gastos operativos; el indicador de costo-a-ingreso del sistema fue menor a 40% en 2016. Lo anterior, combinado con el mayor enfoque de los bancos en el aumento de utilidades por comisiones y la disminución del impuesto sobre la renta que entrará en efecto en 2018, ayudará a contrarrestar los costos crediticios todavía elevados y la continuidad de los bajos niveles de otorgamiento de crédito.
No obstante la estabilización de la economía, los riesgos de activos se mantendrán elevados por los bajos estándares vistos recientemente en Colombia motivados por efectos retardados de la desaceleración del año pasado, junto con la debilidad del mercado laboral. Adicionalmente, los problemas que se han acumulado con algunos de los deudores principales y las grandes exposiciones a países de Centro América, son una amenaza para una volatilidad de calidad de activos potencialmente mayor.