La pandemia generó una de las mayores caídas económicas de la historia del país y de la ciudad. De acuerdo con la Cámara de Comercio de Bogotá, en 2020 dejaron de funcionar 55.012 empresas en Bogotá y en los 59 municipios donde opera la CCB, es decir, un 11% menos en comparación con 2019. Aunque en el 2021, se recuperó un 5% de las empresas activas en comparación con 2020, aún existe un rezago de 6% de empresas por recuperar para lograr los niveles prepandemia.
En cuanto a producción, el país perdió 62,1 billones de pesos en 2020 frente a 2019, lo que representó una caída del 7%. En 2021, hubo una recuperación efectiva del 2,8% de la producción respecto al 2019. Para el caso de Bogotá, la dinámica es similar, pues la pandemia destruyó 6,4% de la producción, pero a 2021 ya se observa una recuperación del 3,2% frente a 2019.
Hay actividades económicas que han mostrado una recuperación sostenida en la ciudad,. Por ejemplo, el sector de las actividades artísticas, de entretenimiento y recreación (uno de los más afectados por los confinamientos) creció un 30,9% en 2021 por encima del 2020 y además tuvo una expansión del 18,5% frente al 2019; esto tras haber caído 9,5% en 2020. En esa misma dirección van los sectores de la industria y el comercio, que en 2020 cayeron 13,7% y 13,5% y para 2021 presentaron crecimientos de 3,6% y 1,1% respectivamente, si se comparan con 2019. Lo anterior muestra que aquellos sectores más afectados por la pandemia ya se encuentran recuperados.
Por el contrario, el sector de explotación de minas y canteras, gran aportante al PIB nacional fue el que menos creció en 2021 frente a 2020, con una variación del 0,4%. Así mismo, su nivel de producción sigue estando a la baja, con un 15,2% menos que en el 2019. Esto muestra que el sector tiene unos retos importantes para la recuperación del nivel de ingreso.
El saldo en rojo también persiste en el sector de la construcción, que cayó un 22,6% en 2021 con respecto al 2019 para el país. De hecho, en 2020 mostró decrecimientos de hasta el 40,3% para el país y de 51,9% para Bogotá en el segundo trimestre de este año. Esta última cifra se debe además a que el sector de obras civiles, desde que inició la pandemia, no ha mostrado un solo trimestre de crecimiento con caídas sostenidas por encima del 30% durante los tres primeros trimestres de 2021 en Bogotá.
Retos visibles para el crecimiento económico
Aunque las cifras económicas en Colombia vayan en positivo, en recuperación de empleo y el emprendimiento todavía hay saldos pendientes.
En 2021, casi todos los sectores mostraron niveles de ocupación menor a lo visto en 2019. Por ejemplo, el sector de alojamiento en Colombia, que tuvo un crecimiento del 2,4% el año pasado, frente a 2019, lo logró con un 22% menos de personal. Es decir, los sectores se están recuperando, pero con una menor cantidad de empleados.
La situación en Bogotá no es muy distinta. Aunque la ciudad recuperó su producción en el 2021, aún no ha logrado percibir los niveles de empleo que presentaba previo a la pandemia. 10 de las 12 actividades económicas muestran producción positiva en 2021 en comparación con 2022, pero en términos de empleo, casi todos los sectores están rezagados frente al año anterior a la pandemia.
Caso similar ocurre con el tejido empresarial. En Bogotá, los sectores como el de la industria manufacturera y el comercio, están produciendo más con menos empresas. De hecho, entre estos dos sectores hay un reto de recuperar a cerca de 8.000 emprendimientos para poder tener un nivel de actividad empresarial similar al observado previo a la pandemia. En el mismo escenario se encuentra el sector de alojamiento y servicios de comida que, aunque creció un 10% este año en empresas activas con respecto al 2020, sigue estando 17% por detrás del 2019. En este sector, aún falta por recuperarse 7.378 empresas.
En total, la región debe recuperar 30.507 empresas para volver a los niveles observados previo a la pandemia.
Hoja de ruta para recuperarse
Desde la Cámara de Comercio de Bogotá se propone una hoja de ruta para que los próximos tomadores de decisiones ubiquen en el centro de sus políticas públicas la recuperación integral del tejido empresarial, de la mano de la generación de empleo y el impulso al emprendimiento.
En primer lugar, es necesario consolidar la confianza de los empresarios para que puedan tomar decisiones de invertir y contratar personal. Frente a esto se propone llevar a cabo una política fiscal y monetaria que genere un ambiente de negocios de mayor certidumbre para la toma de decisiones y riesgos asociados a aumentar sus niveles de empleo y capital.
Segundo, revertir de manera progresiva la tendencia del esquema tributario hacia las personas, como sucede en el resto de países de la OCDE. De esta manera, los hogares y emprendedores podrán hacer empresa sin esquemas tributarios que los afecten. Esto último se puede fortalecer con la promoción del Régimen Simple para las empresas más pequeñas, segmento en el cual se observan más empresas sin esquemas sofisticados de contabilidad, según lo evidenció la Gran Encuesta del Empresariado realizada por la CCB.
Tercero, generar incentivos para atraer inversión extranjera para transferencia tecnológica, a través de entidades como el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, ProColombia y las agencias de atracción de inversión como Invest in Bogotá.
Cuarto, recuperar la dinámica del sector de construcción, especialmente el de obras civiles, aumentando las inversiones del estado en vías, espacio público, puertos marítimos y aéreos. Este es un sector que no solo impulsa la economía sino genera nuevos emprendimientos y es altamente intensivo en empleo.
Quinto, generar esquemas claros de apoyo a la generación de empleo, especialmente en grupos más afectados como el de jóvenes y mujeres. Estos incentivos, como el PAEF deben mantenerse, pues, no solo generan empleo sino facilitan las decisiones de llevar los emprendimientos a crecer de manera sostenida.
Sexto, fortalecer la ventanilla única empresarial para reducir tiempos de trámites y simplificar la acción empresarial. Esto permitirá agilizar procesos de formalización, creación de empresa, crecimiento e incluso de exportación; esto tendrá consecuencias directas sobre la dinámica del emprendimiento y el empleo.
Séptimo, fomentar el financiamiento de las empresas, a través de Bancoldex y el Fondo Nacional de Garantías, para compensar el aumento de tasas de interés. Estos esquemas deben enfocarse también en ampliar acceso para que nuevos emprendedores inviertan más y generen más empleo.
Y finalmente, fortalecer los programas del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, ProColombia, Innpulsa y demás entidades para el fortalecimiento empresarial, contando con las Cámaras de Comercio como principales aliados en el territorio, para que programas como fábricas de productividad, de internacionalización y cientos de iniciativas de origen cameral puedan replicarse en todo el territorio.