Las finanzas territoriales se encuentran en estado calamitoso como consecuencia de la pandemia generada por el COVID-19, que ha obligado a los gobernadores a concentrar todos sus esfuerzos para fortalecer el sistema público de salud y brindarle solidaridad a sus ciudadanos, al tiempo que buscan reactivar la economía bajo estrictos protocolos de bioseguridad.
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Los gobernadores del país reclamaban decisiones como las anunciadas para ampliar los límites y los mecanismos de endeudamiento y facilitar el acceso a nuevos créditos destinados a compensar la disminución de los ingresos y a financiar proyectos de reactivación económica.
El paquete de medidas de alivio fiscal anunciado por el Gobierno, incluye hacer efectiva la flexibilización de las normas de disciplina fiscal que facilitan que las Gobernaciones atiendan su normal funcionamiento durante las vigencias 2020 y 2021.
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De acuerdo con la Federación Nacional de Departamentos, el gobierno nacional hace bien en ampliar la capacidad de maniobra de los gobernadores para reorientar recursos a la emergencia y a los gastos de funcionamiento desfinanciados por la caída de las rentas y ajustar sus presupuestos para este fin. Asimismo, la autorización para que los entes territoriales puedan mejorar las herramientas para la recuperación de cartera, mediante reducciones en sanciones, moras e incluso capital.