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La hermana de Sam Altman demanda al creador de ChatGPT por abusar sexualmente de ella durante años

Ann Altman, hermana del director ejecutivo de OpenAI, Sam Altman, presentó el pasado lunes una demanda contra su hermano en la que le acusa de abusos sexuales recurrentes entre los años 1997, cuando el ejecutivo tenía 12 años y la presunta víctima unos 3, y 2006. El CEO de la empresa de inteligencia artificial lo niega y apunta que su familiar sufre desde hace tiempo problemas de salud mental.
En la demanda, que fue presentada ante el el Tribunal de Distrito de Estados Unidos para el Este del estado Missouri, Ann Altman afirma que los abusos de su hermano tenían lugar todas las semanas, y que, entre otras cosas, la obligaba a practicar sexo oral y a permitir la penetración. Como resultado, la querellante señala que lleva años sintiendo una «grave angustia emocional, angustia mental y depresión, que se espera que continúen en el futuro», según señalan varios medios estadounidenses.

En la querella también se acusa a Sam Altman de «manipular a la demandante, Ann Altman, haciéndole creer que los actos sexuales antes mencionados fueron idea suya, a pesar de que ella tenía menos de cinco años cuando comenzó el abuso sexual y el acusado era casi un adolescente». Asimismo, la hermana del ejecutivo remarca que los supuestos abusos y «las heridas emocionales» causadas por estos han impedido que, en los años siguientes, haya sido capaz de disfrutar de «una vida normal».

La querellante solicita el inicio de un proceso judicial con jurado así como una indemnización de 75.000 dólares además de los costes legales. El CEO de Open AI, mientras tanto, ha salido al paso de la acusación, a la que tacha de «completamente falsa» con la publicación de un comunicado en su cuenta personal de X, que también está firmada por su madre y el resto de sus hermanos. En este señala que su hermana sufre problemas de salud mental desde hace tiempo.

Zuckerberg apela a la libertad de expresión para acercarse a Donald Trump

Meta dejará de recurrir a los servicios de terceros para verificar el contenido que publican los usuarios en las redes sociales Facebook, Instagram o en ese trasunto de Twitter llamado Threads. En su lugar, la tecnológica comenzará a emplear un sistema en el que son los propios usuarios de las plataformas los que valoran las noticias y las publicaciones mediante la realización de comentarios al respecto.
«Vamos a volver a nuestras raíces y a centrarnos en reducir los errores, simplificar nuestras políticas y restaurar la libertad de expresión en nuestras plataformas», afirmó Mark Zuckerberg, CEO de Meta, en un comunicado hecho en vídeo ayer. «Hemos creado muchos sistemas complejos para moderar el contenido, pero el problema con los sistemas complejos es que cometen errores. Incluso si censuran accidentalmente solo el 1% de las publicaciones, eso afecta a millones de personas, y hemos llegado a un punto en el que son demasiados errores y demasiada censura», prosiguió el ejecutivo.

En el comunicado, Zuckerberg señaló que el nuevo sistema, que en principio solo funcionará en Estados Unidos, es similar a las notas de la comunidad que emplea la X de Elon Musk para que los internautas autogestionen la moderación en la ‘app’ de micromensajes. Y al sudafricano, a cargo de otras empresas como Tesla, el que Meta le copie el sistema no le parece mal. Todo lo contrario. «Es guay», según ha afirmado el propio Musk tras compartir una noticia en su cuenta de X acerca del cambio en las políticas de su rival en el terreno de las redes sociales.

Ataques a Biden

Expertos consultados por ABC señalan que este movimiento por parte de Meta, sumado a otros tantos que la firma ha realizado durante los últimos dos meses, está dirigido directamente a mejorar las relaciones con el nuevo Gobierno de Estados Unidos dirigido por Donald Trump, que volverá a la Casa Blanca en cuestión de días. La relación entre el dirigente y el emporio de aplicaciones de Zuckerberg lleva siendo tensa desde hace años. El punto álgido: el bloqueo de las cuentas de Trump en Facebook e Instagram a raíz del asalto al Capitolio de Washington del pasado 2021. Veto al que también recurrió Twitter, pero que fue eliminado al poco de concretarse la compra de la ‘app’ por Musk.

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