Aunque las empresas medianas que exportan pueden aumentar hasta un 41% más sus ingresos frente a las que no lo hacen, las pymes colombianas solo representan el 17,1% de las exportaciones totales del país.
En un país dependiente de las exportaciones de materias primas, que generan más del 70% de las divisas del país, la paradoja es que las pymes -que representan el grueso del tejido empresarial del país- constituyen el 75,1% de las empresas exportadoras.
A pesar de los beneficios de incursionar en los mercados externos -como adquirir experiencia, ganar en competitividad, hacer alianzas con empresas extranjeras y obtener certificaciones internacionales, etc-, en América Latina y el Caribe casi el 38% de las pymes exportadoras abandonan anualmente el universo exportador, sostiene la CEPAL.
Según ProColombia, en el país la mayor rotación de las pymes se explica porque alrededor del 59% de ellas envía mayoritariamente un producto a un solo destino. En las grandes empresas este porcentaje disminuye al 50% y un mayor número de empresas exporta más de 10 productos a más de 10 destinos (41 % del total).
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A pesar de este panorama retador, el Ministerio el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo y ProColombia acaban de lanzar el programa Fábricas de Internacionalización, con el objetivo de aumentar las exportaciones no minero energéticas, fomentar la cultura exportadora y ampliar el tejido exportador.
Fábricas de Internacionalización trabaja en seis líneas de servicio que abordarán desde el diseño de nuevos modelos de negocio, de cara a la internacionalización y a la medida del empresario, hasta el servicio de consultoría para la creación o el fortalecimiento del área de comercio exterior.
También promoverá alianzas estratégicas entre las empresas para que compartan costos y riesgos en el proceso de internacionalización. Además, se hará énfasis en lograr eficiencias en logística, entre otros beneficios.
Otra de las líneas profundizará en el desarrollo de habilidades en comercio exterior para proyectos liderados por indígenas, mujeres y campesinos, que demuestren prácticas socialmente responsables y transfieran los beneficios de la internacionalización a todos los eslabones de la cadena, gracias a la sostenibilidad.
La experiencia de empresas mentoras será aprovechada para que transfieran su conocimiento a otras firmas, con el fin de que incurran en costos adicionales o errores que el mentor ya superó en el pasado.
La idea es aprovechar nuevos canales de comercialización, como el e-commerce, y la orientación a las empresas para su instalación en otros mercados.