Publicado: abril 25, 2018, 4:06 am
Hay quienes dicen que Colombia se está convirtiendo en una potencia de generación de energía solar y que las energías renovables pueden surgir fácilmente de nuestro territorio, mientras hay otros que aseguran que estamos atrasados y queda mucho por hacer. Y aunque es cierto que la infraestructura y la inversión ha ido a paso lento, sin embargo, hay unas cuantas compañías que se han venido preocupando por cambiar la forma en que se percibe la generación de energía y están migrando a paneles solares.
El proyecto bandera de esta transformación ha sido la granja de energía solar de Celsia, un proyecto ubicado en Yumbo, en el Valle del Cauca, que suministrará energía a ocho mil viviendas a través de 35.000 paneles, que en promedio, evitarán la emisión anual de unas 6.600 toneladas de CO2 a la atmósfera. Según el WEF (World Economic Forum), Colombia ya se ha posicionado como una de las 10 superpotencias mundiales en generación de energías renovables que cuentan con una matriz energética limpia.
Claramente este es un avance significativo. Hay otras tantas empresas en Colombia que han tomado la iniciativa de incluir plantas eléctricas en sus procesos, como es el caso del Centro Comercial Plaza de las Américas, en Bogotá, que adaptó la filosofía medioambiental y ahora cuenta con una planta de 1.000 m2 que está en la cubierta de uno de sus edificios.
“Tenemos 830 paneles solares de alta generación. Ahí estamos evitando la generación de 100 toneladas de CO2 al año y ya llevamos dos años y medio de funcionamiento con la planta. Ha sido tan exitoso el proyecto que estamos cerrando negociación para ampliarla un poco más del doble”, dice Ana Isabel Coba, Gerente General del Centro Comercial. Esta implementación les ha permitido cubrir el 15% del consumo total de energía dentro de su funcionamiento. Además, su inversión fue de alrededor de 400 mil dólares, la cual se estima que tendrá un retorno aproximado en 7 años.
“Los paneles solares tienen una vida útil casi de 30 años con buen mantenimiento. Eso es un muy buen negocio y hace las veces de 34.000 árboles, entonces esa función de evitar el CO2 y de no utilización de energías contaminantes tiene una ventaja sobre el medioambiente”, agrega.
Entre estas y otras razones, las empresas, a pesar de la inversión que en un principio puede ser significativa, la reducción de sus costos les permitirá recuperar rápidamente la inversión y mantener esa reducción a largo plazo.
De acuerdo con Coba hace falta más divulgación y motivación a los empresarios, para que conozcan los beneficios de la implementación de energías renovables, porque aunque sea costoso implementarlo, hay muchas alternativas de financiación. “Para proyectos de energías renovables hay unas alternativas mucho más cómodas porque le aportan al medioambiente. Así que pienso que es un poco de conocimiento en general para que la gente aproveche los beneficios”, agrega Ana Isabel Coba.
¿Cómo están invirtiendo las empresas en el mundo?
De acuerdo con una reciente Investigación de Schneider Electric el 85% las grandes corporaciones ($100 millones dólares en ingresos o más) de todo el mundo dijo que tomarán medidas en los próximos tres años para mantener sus planes de reducción de carbono competitivos con los líderes de la industria. Los proyectos que se han iniciado o están en desarrollo se inclinan fuertemente hacia la conservación de energía, agua y gestión de desperdicios.
Además, el 61% de los encuestados dijo que las decisiones de energía y sustentabilidad de su organización no están bien coordinadas entre los equipos y departamentos, especialmente para los bienes de consumo y las empresas industriales. Además, el mismo número de encuestados dijo que la falta de colaboración es un desafío. Se trata de un sinnúmero de barreras que se reflejan en los resultados de las compañías que quieren aportar al cuidado del medioambiente pero que desde sus proyectos y planeación no se muestran resultados.
Se espera que más empresas se sumen a la tarea de implementar energía solar en sus procesos e infraestructura para no solo aportar al medio ambiente sino evidenciar de manera más certera la reducción significativa de costos a la que pueden llegar.
