Por: Jairo Pinilla
Gerente de Performia
¡La personalidad es más importante que el resultado! ¿O es al revés? ¿Ha visto alguna vez que en su empresa se contrate una persona por la magnífica impresión que dio en la entrevista, sumado al hecho de que le fue muy bien en el test de personalidad, para después descubrir que, aunque todo se veía genial al principio, la selección fue un fracaso total?
En una empresa conocida seleccionaron a un alto ejecutivo de este modo; después de la contratación se dedicaron a entrenarlo, le dedicaron mucho tiempo, esperando que su inversión retornaría algún día, pero los resultados nada que llegaban. Él era simpático, les caía bien a sus colegas y era bastante querido en general, pero no se veían resultados concretos detrás de sus acciones. Así que la gerencia decidió darle otra y otra oportunidad, porque él necesitaba algo más de tiempo, pero nada. Después de un año la gerencia decidió terminar el contrato porque esta persona no aportaba nada a la empresa. Así que, al final, todo resultó en una gran decepción y muy pocas ganas de volver a intentarlo.
¿Y otra vez la canción sobre la productividad? ¿Dónde está el error? ¡Si se veía tan bien al principio! En el proceso subestimaron una cosa muy importante, olvidaron verificar minuciosamente si se trataba de una persona productiva. ¡Y la productividad nunca podrá ser reemplazada ni por la mejor personalidad del mundo!
Por experiencia, sabemos que incluso una persona, cuya personalidad no es la ideal para un puesto, si es productiva, puede proporcionar muy buenos
resultados. Pero, al contrario, nunca funciona. Por eso tengo un par de consejos, quizás triviales pero muy importantes para usted:
– Si quiere estar seguro de que la energía y el tiempo que va a invertir en el candidato tendrá retorno, no subestime esta área. Al seleccionar, concéntrese en verificar si el candidato ha creado algo valioso en el pasado, y si es importante para él ver resultados específicos detrás de su trabajo.
– No se olvide de verificar todo lo que el candidato le cuente sobre sus resultados, verifique las referencias que puedan confirmar (o desmentir) todo lo que le dijo. Es muy probable que él funcione en su empresa de manera muy similar a como funcionó en cargos anteriores. Mi deseo es que pueda diferenciar entre personas productivas y destructivas, y aprovechar el potencial de aquellos que son realmente hábiles.