La crisis de migrantes y refugiados venezolanos en América Latina, provocada por la situación económica, política y social que vive el país, empeorará el próximo año, con más de 60 millones de refugiados en los países de la región, principalmente en Colombia.
Así lo advirtió el enviado especial de la ONU, Eduardo Stein, al señalar que el número total de refugiados y migrantes venezolanos, que en un 80% de los casos buscan refugio en países cercanos como Colombia, Perú y Ecuador, pasará de los 4,5 millones actuales a 6,5 millones en 2020, aumentando la presión en estos países y los crecientes niveles de xenofobia.
Según el funcionario de la ONU, la situación “sin precedentes” por la huida de estos del país gobernado por Nicolás Maduro está generando “crecientes niveles de xenofobia” en los países de acogida, según el enviado especial, que cargó además contra los estrictos requisitos de entrada de algunos gobiernos.
“Esto aumenta la probabilidad de que muchos puedan tomar y tomarán rutas irregulares y sean propensos a la subsiguiente vulnerabilidad”, advirtió Stein en un contexto en que muchos venezolanos en situación irregular son víctimas de la violencia y de la explotación sexual.
En términos similares se expresó Alejandro Werner, Director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, quien advirtió que la migración desordenada ejercerá presiones inmediatas sobre las necesidades de gasto público y los mercados laborales.
“Por supuesto, con el tiempo, los migrantes integrados en los distintos países podrían contribuir a un mayor crecimiento económico”, matizó Werner, al señalar que un desafío para las autoridades de la región es gestionar la transición en un momento en que la actividad económica se ha desacelerado y varios países necesitan reducir sus déficits fiscales.
“Este problema es particularmente grave para los países que han recibido grandes flujos migratorios en relación a su población local, incluidos algunos estados pequeños del Caribe, así como también en Chile, Colombia, Ecuador y Perú”, agregó.
En su informe Perspectivas de la Economía Mundial, el Fondo Monetario Internacional, FMI, disminuyó de nuevo sus estimaciones de crecimiento para la región a 0,2% este año y 1,8% el próximo, debido en buena parte a escenarios políticos volátiles y prospectos fiscales debilitados que agudizan los efectos de la guerra comercial entre China y Estados Unidos.
En ese escenario, y con una proyección de crecimiento de 3,4%, Colombia sería la segunda economía de América Latina con mejor perspectiva después de Bolivia (3,9%). Además, para el 2020, el FMI proyecta que la cifra mejore para el país hasta ubicarse en 3,6%.