Publicado: octubre 4, 2019, 9:33 pm
Colombia está creciendo a un ritmo del 3%, indicador que a pesar de no igualar el porcentaje ideal proyectado por el gobierno, si ubica al país en una posición menos desfavorable a diferencia de otras economías de la región.
El cambio climático ha generado que el sector empresarial y no solo los gobiernos se interesen en buscar estrategias que les permita ser más eficientes. Por ello, las compañías están interesadas en participar cada vez más en lo relacionado con la transición energética y proyectos de mitigación del cambio climático.
El sector público ha tratado de desarrollar iniciativas que motiven a los privados, de esta manera, por ejemplo, en el sector minero energético se han generado incentivos tributarios para las empresas incluyen medidas como la reducción del 150% del impuesto de renta durante 15 años por inversiones en fuentes alternativas o la cancelación de aranceles para la importación de maquinaria, equipos, materiales e insumos utilizados en proyectos que usen este tipo de fuentes.
Cabe anotar que el país se comprometió ante el Acuerdo de París sobre el Cambio Climático a reducir el 20% de sus emisiones para 2030 y el sector de minas y energías espera aportar 17% a la meta que tiene el país ante la COP21; así que con este objetivo se ha estado trabajando en cuatro líneas: generación de energía eléctrica, gestión de las emisiones fugitivas, desarrollo de la gestión activa de la demanda e impulso de la eficiencia energética en la industria minero-energética.
Por parte de los ciudadanos, un estudio de Nielsen, realizado a 1074 hogares, reveló que 93,9% de los consultados estarían interesados en solicitar el servicio de energía que venga de fuentes limpias; es decir, amigables con el medio ambiente y que contribuyen a reducir las emisiones de carbono.
Aunque el sector público está dando pasos y los colombianos parecen mostrar voluntad de pagar por energía eléctrica que llegue proveniente de fuentes renovables no convencionales, lo cierto es que siguen existiendo grandes retos para los diferentes actores de la sociedad.
Algunos de estos desafíos fueron expuestos en la primera versión del Congreso de Cambio Climático y Transición Energética de la ANDI. De acuerdo con la entidad, los siguientes son puntos que requieren esfuerzos para ser superados:
- Lograr la inclusión de la energía eólica y fotovoltaica con participación voluntaria de los consumidores.
- Impulsar la participación activa de la demanda para que aporte confiabilidad y mejore eficiencia en precios del sistema eléctrico.
- Asegurar el acceso a la energía eléctrica más económica, reduciendo las restricciones de red.
- Conseguir que la energía no sea una fuente de recursos fiscal. Se debe tener como objetivo finalizar los fondos con cargo a las tarifas de energía.
- Aumentar la productividad en uso del agua en los sectores productivos con énfasis en el sector agropecuario.
- Impulsar a que empresas tengan un enfoque en seguridad hídrica y participen en esquemas de conservación y recuperación de cuencas y ecosistemas.
- Lograr que las empresas establezcan medidas que los ayuden a frenar los impactos que el cambio climático tendrá en los territorios y ecosistemas.
