Además de tener ideas frescas y novedosas, los líderes del presente y los que se están proyectando hacia el futuro son aquellos que pusieron en marcha dentro de su compañía el concepto de inteligencia altruista.
Juan David Aristizabal, educador, periodista, emprendedor social y director de la escuela de liderazgo del Cesa, asegura que este tipo de inteligencia debe ser la columna vertebral de las empresas, sin importar si son nuevas o si tienen años de tradición. “Antiguamente, las empresas trabajaban bajo la inteligencia guerrerista, aquella manejada por una persona que tiene el control absoluto de las ideas, de todo lo que se debe hacer y que, claramente, no se equivoca”.
Sin embargo, para el experto, este tipo de inteligencia ya no está dando frutos, por el contrario, las nuevas formas de ver las compañías en el mundo han tenido que implementar en sus estrategias de desarrollo la inteligencia altruista.
“Una inteligencia en la que el líder comparte sus ideas, está sujeto a la equivocación, da sin esperar recibir y se apoya en los demás para hacer crecer su vida y su empresa”. De esta forma, la inteligencia altruista no solo desbancó a la guerrerista sino que además se perfila como la tendencia de liderazgo del futuro. De acuerdo con Aristizabal, se caracteriza por 10 puntos fundamentales:
1. Conocerse a sí mismo: gran parte del problema que se tiene hoy en pequeños emprendimientos es una gran incapacidad de quienes lideran de saber entender a su equipo. Por ejemplo, una de las formas de conocer a su equipo es saber cómo aprende, si de manera auditiva, visual, quinestesica y así poder desarrollar su mismo lenguaje.
2. Tener actitud de turista: para que las empresas puedan descubrir nuevas cosas se necesita tener una actitud de turista, implica tener que buscar en el entorno cosas que jamás habían visto, no creer que todo se conoce sino explorar en panoramas no explorados.
3. Tener empatía: bajo una actitud guerrerista, la persona solo está pendiente de su dolor y no piensa en los demás. Tener empatía implica pensar en el otro y en sus sentimientos.
4. Fomentar la creatividad: Las empresas deben encontrar maneras creativas para que se puedan impulsar los cambios, buscar un talento e identificar qué hacer con ese talento y cómo crecer con el internamente.
5. Pedir ayuda: El problema es que muchas compañías que tienen inteligencia guerrera se les olvida la gran capacidad de alzar la mano y pedir ayuda. Por el otro lado, la incapacidad de ofrecer ayuda y uno de los fundamentos que existen en esa inteligencia altruista está en pedir ayuda.
6. Mentalidad de crecimiento: En todos los estudios se demuestra que cuando a una persona se le da retroalimentación basado en los hechos y no en los adjetivos, la próxima vez que se va a acercar a la retroalimentación se esfuerza muchísimo más por mejorar.
7. No se desestabiliza: tenemos que pensar como las abejas, ir al panal, enfrentarnos al conflicto, lo que implica tener una mentalidad de crecimiento para poder tener retroalimentación necesaria y saber mejorar.
8. Perseverar siempre: Para que este país pueda perseverar y la gente lo siga intentando es que podamos hablar claramente cuales han sido nuestros fracasos y la gente que ha fracasado y que hizo las cosas mal, pero lo esta volviendo a intentar, la evaluemos por sus hechos.
9. El arte de actuar: En el pensamiento guerrerista, hay un estancamiento y no hay una planeación de futuro, solo se cumple con un objetivo y listo. En la inteligencia altruista no solo se trata de planear y planear sino de actuar y ejecutar.
10. Cultura del cuidado: Hoy en día las empresas si tienen una tribu a la quieren cuidar tienen que tener una filosofía de cuidador ¿cómo yo cuido a mi tribu y a mi mismo? para poder llegar a la definición: «poder seguir creciendo previniendo los daños futuros y regenerando los daños pasados».