Julio Rojas se graduó con un MBA de Harvard Business School, donde fue nombrado George F. Baker Scholar (Honor Superior, top 5% de su clase), y un B.A. en historia de la Universidad de Princeton, egresado como summa cum laude y Phi Beta Kappa. Previo a su vinculación al Banco de Bogotá, trabajó en Goldman Sachs en la División de Banca de Inversión (Financial Institutions Group) en Nueva York, y en OLCSAL / Grupo Aval, donde se desempeñó como Asesor Financiero y de Estrategia de Presidencia.
Desde su ingreso al Banco de Bogotá como Vicepresidente de Estrategia y Planeación Financiera en el 2016, Rojas ha liderado la transformación digital de la entidad, posicionándola como un banco ágil e innovador.
Rojas Sarmiento habló con Gerente sobre el papel del líder en la era post covid, las lecciones y aprendizajes que le dejó la crisis del Covid a él, al Banco de Bogotá y al sector financiero, y su visión sobre el papel de la tecnología en la transformación de la economía colombiana y el sector privado.
Gerente – ¿Qué debe hacer el país para crecer nuevamente la tasas del 4% o más y recuperar el terreno perdido en 2020?
Julio Rojas Sarmiento: El crecimiento económico en Colombia, al igual que en la mayoría de los países de América Latina, venía ralentizándose desde hace varios años, por lo que es necesario precisar que la pandemia no es el origen de este fenómeno, y que retornar a una senda de crecimiento del 4% plantea retos de gran envergadura. Algunos de los puntos que resaltaría que creo que son indispensables: mejorar la productividad en el país con mayores y sostenidas inversiones en capital humano; una apuesta determinante por modernizar la infraestructura y condiciones logísticas; desarrollar estrategias de innovación que permitan sustituir actividades económicas de escaso valor agregado; reorientar las prácticas tradicionales en los sectores de economía extractiva para adecuarlos a las exigencias del cambio climático; aprovechar las oportunidades que tiene el país en materia de biodiversidad; y ante todo, acelerar la convergencia regional para poder corregir los desequilibrios existentes y permitir con ello la generación de nuevas fuentes de empleo y oportunidades de crecimiento.
G: ¿Es optimista sobre el futuro del país? ¿Cómo pueden los líderes del sector privado como usted contribuir a hacer de Colombia un mejor país para todos?
JRS: Colombia es un país resiliente y atractivo para hacer inversiones debido a la estabilidad económica y política que se ha preservado a lo largo del tiempo. Además, en el concierto internacional, Colombia se ha caracterizado por ser un país responsable en el manejo de sus obligaciones, respetuoso de las instituciones, comprometido con la observancia de las normas y partícipe en la construcción de la agenda global; lo cual le permite gozar de un amplio respaldo.
Esto confirma que, pese a las dificultades de la coyuntura actual, el futuro sigue siendo prometedor. Las entidades bancarias podemos realizar contribuciones significativas para promover el desarrollo en el país, haciendo lo que mejor sabemos hacer: distribuyendo acertadamente capital entre los agentes económicos. Esto permite optimizar los niveles de inversión, ahorro y consumo, generando dinámicas de crecimiento económico, empleo, y calidad de vida para los colombianos.
G: A diferencia de la crisis de finales de los 90, el país enfrentó la actual con un sistema financiero sólido. ¿Está preparado el sector para sortear la postpandemia económica, teniendo en cuenta que muchas familias han perdido sus ingresos y miles de empresas quebrarán?
JRS: El sector financiero se ha mostrado capaz para responder ante las adversidades de la pandemia. La crisis de finales de los noventa proporcionó un aprendizaje valioso, permitiendo fortalecer la institucionalidad, el marco regulatorio, y las medidas preventivas.
En consecuencia, las entidades financieras estamos en condiciones de responder a los retos que plantea el proceso de recuperación económica. Contamos con niveles robustos de capitalización, provisiones, y políticas de crédito responsables para preservar la confianza de los clientes y grupos de interés.
G: La pandemia aceleró la digitalización de las economías y las empresas, un frente que Usted lideró en el Banco en los últimos años. ¿Qué viene ahora? ¿Cuáles son los siguientes pasos?
JRS: Hace tres años emprendimos un proceso de transformación digital con un propósito claro: mejorar la experiencia a nuestros clientes y ampliar el acceso al sistema financiero a más colombianos. En la actualidad, contamos con el portafolio digital más completo del país, con productos como cuentas de ahorro, tarjetas de crédito, créditos de libre destino, libranzas y créditos de vivienda. A hoy tenemos resultados que nos enorgullecen: 3 de cada 4 productos de consumo que vendemos son digitales. The Banker, revista del grupo Financial Times, nos galardonó como el mejor proyecto de transformación digital a nivel mundial por el rediseño de nuestra banca virtual, y Global Finance nos otorgó el premio de mejor banco en créditos digitales en Latinoamérica.
Las capacidades que hemos desarrollado tanto en nuestro talento humano como en nuestra infraestructura tecnológica nos permitieron responder de una manera ágil a los desafíos de la coyuntura. Lanzamos en tiempo récord nuevos productos y servicios 100% digitales para responder a necesidades puntuales de personas y empresas, como, por ejemplo: créditos de vivienda No VIS con los nuevos subsidios del Gobierno (siendo el primer banco del país en otorgar uno), alcancías para estimular el ahorro, adelantos del pago de nómina, y nuevos métodos de pagos para mitigar los contagios. La respuesta oportuna que ofrecimos a nuestros clientes nos posicionó a ser reconocidos por Global Finance por nuestro liderazgo sobresaliente en la crisis.
Seguiremos enfocando nuestros esfuerzos en apoyar la recuperación de los diversos sectores de la economía. Por ejemplo, el año entrante ofreceremos un nuevo portafolio 100% digital para micros y Pymes y continuaremos fortaleciendo la asesoría presencial a través de nuestro nuevo concepto de oficina digital y nuestras fuerzas comerciales de microfinanzas.
G: La sostenibilidad es un factor diferencial y clave para la supervivencia de las compañías, y esta crisis lo ha puesto de manifiesto. ¿Qué acciones concretas adelanta el Banco de Bogotá en esta materia y qué planes tienen para los próximos años en este frente?
JRS: En el Banco nos hemos enfocado en la consolidación de un Modelo de Negocio Sostenible, bajo el cual diseñamos productos y servicios que generen prosperidad económica en las regiones donde operamos. Con esta premisa realizamos un esfuerzo importante durante la pandemia, diseñando soluciones para el beneficio de personas y empresas. Habilitamos una línea de crédito con respaldo del Fondo Nacional de Garantías para el pago de nómina, desembolsando más de $2 billones con tasas preferenciales para proteger el empleo; diseñamos una plataforma digital que permite a nuestros clientes solicitar alivios para el pago de sus obligaciones, que a hoy superan los $20 billones; lanzamos la primera tarjeta débito en alianza con UNICEF en el mundo, para que quien la solicite pueda donar el 1% de sus compras en favor de la educación, salud y nutrición de los niños vulnerables del país y nosotros donamos otro 1%, entre otros.
En 2020 financiamos proyectos ambientales a través de nuestra Línea de Desarrollo Sostenible y realizamos una emisión de Bonos Verdes para la movilización de recursos hacia proyectos que tienen un impacto ambiental por $300 mil millones. Hemos realizado programas de movilidad sostenible, restauración ecológica y reforestación logrando la siembra de 30 mil árboles. Así mismo, fortalecimos iniciativas de inclusión y educación financiera para niños, jóvenes, adultos y microempresarios, logrando impactar positivamente 1.6 millones de personas y beneficiando a poblaciones vulnerables mediante actividades de ciudadanía corporativa con recursos por más de $4 mil millones. Gracias a esta gestión subimos 35 posiciones en la evaluación de Dow Jones Sustainability Index 2020, principal índice a nivel mundial para el monitoreo del desempeño de compañías líderes en sostenibilidad.
Nuestro principal objetivo es continuar fomentando la financiación de proyectos orientados al desarrollo social y a la mitigación del cambio climático a través de nuevos productos y servicios y de la asesoría especializada a nuestros clientes de los diferentes sectores de la economía.
G: ¿Cuál es su principal reto para garantizar la permanencia y liderazgo del Banco durante las próximas décadas, a propósito de los 150 años que conmemoró la entidad en noviembre pasado?
JRS: Ser pioneros de la banca privada en el país es un motivo de orgullo. La celebración de nuestros primeros 150 años es un hito que nos reafirma el compromiso que tenemos con el desarrollo del país. El principal reto que tenemos es seguir efectivamente acompañando a las personas y empresas, como siempre lo hemos hecho. Esto requiere inversiones significativas para la formación de nuestro capital humano y el desarrollo de capacidades tecnológicas, la promoción de una cultura de innovación para el diseño de soluciones en búsqueda de la mejora de la experiencia de nuestros clientes, la eficiencia de nuestras operaciones y la construcción de una senda de progreso sostenible mediante el acompañamiento a las metas de ahorro, consumo e inversión de los colombianos.
G: ¿Qué lecciones y aprendizajes le deja esta crisis del Covid a Usted como líder empresarial?
JRS: Dos cosas: La primera, poder reaccionar ágilmente frente a lo inesperado. La capacidad adaptativa es esencial para responder rápido y contundentemente. Nunca nos hubiéramos podido imaginar una pandemia de esta magnitud, pero al tener establecidos la infraestructura y procedimientos para eventos de crisis, logramos mitigar significativamente las implicaciones. Este es el único camino para garantizar la supervivencia en el largo plazo.
La segunda, la cual está muy relacionado a la primera, es que el recurso humano es la fuente esencial de la capacidad de adaptación e innovación. Contar con un equipo preparado, experto y comprometido y una cultura en donde se promuevan dinámicas ágiles de trabajo, facilita enormemente el ejercicio de anticipar y gestionar las implicaciones de una crisis, así como mantener la confianza de los grupos de interés. A nuestro gran equipo humano de más de 45.000 colaboradores quienes han hecho posible la navegación de esta crisis: Gracias.