Según la Secretaría Distrital de Hacienda, son muchos los retos que vienen para la ciudad en materia fiscal para hacerle frente al impacto generado por la emergencia sanitaria decretada para mitigar la propagación de la COVID-19.
Dicha coyuntura probablemente va a generar una caída entre el 4.2% y 8% del PIB de Bogotá en 2020. Esto puede representar una disminución entre 370,000 y 550,000 empleos y una tasa de desempleo entre 18% y 22% frente a 10.8% en febrero.
Según la entidad, el futuro de la economía va a depender crucialmente de minimizar la destrucción del ecosistema productivo y proteger los empleos, con medidas estratégicas que dependen, en su mayor parte, del Gobierno Nacional.
Los ingresos fiscales de Bogotá caerán entre $0,9 y $1,5 billones frente a la meta propuesta para 2020 y las presiones de gasto asociadas con la emergencia aumentarían alrededor de $3.5 billones.
De acuerdo con las autoridades locales, el 50% del esfuerzo del Plan de Desarrollo apunta a la reactivación económica y social de la ciudad.
Un primer paquete de medidas de corto plazo supone una inversión de $4,22 billones en 2020, mientras que el Plan de Desarrollo fija una estrategia de reactivación (corto y mediano plazo) con un costo en el cuatrienio de $53,1 billones.
Se busca recuperar el nivel de desempleo registrado por Bogotá antes de la crisis, es decir 10.9%.
Es primordial recuperar el número de empresas generadoras de empleo registrado por Bogotá antes de la crisis, 52,1 empresas registradas por cada 1.000 personas.
Apoyar con estrategias de mitigación y reactivación económica a por lo menos 100,000 micro y pequeñas empresas de la ciudad.
Se pretende apalancar $2.5 millones para liquidez e incrementos en la productividad de la ciudad y formular y gestionar tres proyectos de revitalización productiva.
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