La subestación de Nueva Esperanza recibirá una línea de transmisión de más de 500.000 voltios que surtirán de energía a 12 millones de colombianos, especialmente a los habitantes de la región centro oriental del país.
El proyecto está ubicado en Soacha desde donde recibe una línea de transmisión a 500.000 voltios que llega desde la Subestación Bacatá situada en el municipio de Tenjo, y cinco líneas a 230.000 voltios, cuatro de ellas reconfiguradas e integradas al proyecto, y una nueva línea que viene desde la Subestación El Guavio, en el municipio de Ubalá.
Contiguo a la Subestación Nueva Esperanza, Codensa construyó una nueva infraestructura para recibir toda la energía transmitida por EPM e irrigarla al centro-oriente del país, a través de su sistema de distribución, la cual también está próxima a entrar en operación.
De acuerdo con el gerente general de EPM. Jorge Londoño de la Cuesta: “Con esta nueva infraestructura, Bogotá, Cundinamarca, el norte del Tolima, Meta y Guaviare podrán recibir la energía de otras regiones del país para atender sus necesidades de crecimiento, sin riesgo de racionamientos o apagones en los momentos de mayor demanda. Así contribuimos a la construcción de país”.
Frente a la apertura de este proyecto, la viceministra de Energía Rutty Paola Ortiz, aseguró que este proyecto es de alto impacto para la sociedad colombiana porque ayudará a conectar municipios que todavía no contaban con el servicio completo de energía y que además se protegerá los recursos hídricos del país. “Nueva Esperanza es un proyecto que beneficiará a millones de colombianos y que permite a la industria ser más efectivos en términos de apoyo a la comunidad”, aseguró la funcionaria.
Además del alcance de la transmisión de energía, durante la construcción de Nueva Esperanza se halló un importante material arqueológico, fundamental para nutrir el patrimonio cultural del país.
Este rescate, el mayor en área realizado en Colombia, contó con el acompañamiento del Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH) en todas sus etapas, y es considerado un referente nacional e internacional. El 10% de las 23,4 toneladas de material arqueológico recuperado, corresponde a piezas en buen estado que serán exhibidas en Soacha y en museos, mientras que lo demás será entregado a entidades académicas especializadas para el desarrollo de investigaciones futuras, siempre con la aprobación del ICANH.
También deja más de 600 hectáreas de bosques en ecosistemas estratégicos, 265 de ellas en zona de páramo, destinadas para cuidar el agua y proteger valiosas especies de fauna y flora, como parte de las compensaciones ambientales del proyecto. “Es como decir que estamos protegiendo para la vida, un área en la que caben alrededor de 840 canchas del Estadio El Campín de Bogotá”, explicó el Gerente General de EPM, Jorge Londoño De la Cuesta.
Con este proyecto, EPM sigue creciendo. De acuerdo con sus cifras tuvo ingresos por $3,6 billones en el primer trimestre del año. El Gerente General de EPM, Jorge Londoño De la Cuesta, destacó el buen desempeño financiero de la organización durante el primer trimestre de este año, en contraste con la difícil situación del primer trimestre del año anterior, cuando se vio afectado por los impactos del fenómeno de El Niño y el incidente en los cables de la central hidroeléctrica Guatapé.