Alias Gacho, a quien se le atribuye el asesinato de tres periodistas ecuatorianos, despertó el debate de las disidencias de las Farc y lo que están haciendo hoy en día, entre ellos, el control político y económico de zonas fundamentales para el tráfico de drogas y contrabando.
De acuerdo con un informe de la Fundación Ideas Para la Paz, FIP, en el país existen alrededor de 1200 disidentes, aunque el gobierno habla de unos 1500, todos ellos, aseguran, no estarían acatando las normativas planteadas durante el proceso de paz y estarían manteniendo el control territorial de zonas tradicionalmente controladas por las FARC.
Especialmente, la frontera con Ecuador es donde se mantiene una fuerte tensión por parte de las fuerzas militares de los dos países, pues el caso de los periodistas más los enfrentamientos que han tenido los disidentes los mantienen en alerta y deterioran las relaciones entre las dos naciones. Cabe recordar que Ecuador ha sido el país garante de las negociaciones de paz con el ELN.
Según los datos de la FIP, las disidencias están distribuidas en los siguientes departamentos: Guaviare (23%), Nariño (18%), Cauca (16%) Meta (14%) y Caquetá (12%).
Alias como Jhon 40, Giovanny Chuspas y Calarcá, además de alias Guacho, son algunos de los más reconocidos por las fuerzas militares colombianas que mantienen su seguimiento. Según los disidentes, la principal razón por la que se mantienen al margen de la ley es que no se les han brindado las garantías de seguridad pactadas durante el acuerdo de paz.
Narcotráfico seductor
Sin embargo, para nadie es un secreto que las FARC tuvieron un alto dominio de la comercialización y tráfico de drogas, prueba de ello es lo que está sucediendo con Jesús Santrich y su posibilidad de extradición.
De acuerdo con un reporte del Centro de Investigación de Crimen Organizado, “la nueva generación de narcotraficantes colombianos post Farc: Los invisibles”, a pesar de haberse firmado el proceso de paz, lo que esperaba que se redujera el tráfico de drogas en Colombia, lo cierto es que el negocio creció.
Y es que el negocio es lucrativo. Según el reporte, un kilo de cocaína puede estar costando entre 20.000 a 25.000 dólares en Estados Unidos, en Europa 35.000 dólares, en China 50.000 y en Australia 100.000 dólares.
El reporte asegura que la debilidad en la implementación de los acuerdos es lo que ha llevado a que se aumenta el tráfico de drogas. Es más, se han podido identificar nuevos carteles que se han apoderado de este negocio.
Las disidencias de las FARC, por su parte, son las más opcionadas para atribuirles el negocio de los cultivos y el tráfico de las drogas lo que pone en evidencia que falta mucho por hacer para poder controlar el negocio.