Según el Banco de la República, en junio el saldo de la deuda externa total del país llegó a US$ 146.642 millones, de los cuales US$ 80.300 millones corresponden al sector público y US$ 66.341 millones al privado.
En plata blanca, aunque suene exagerado, la deuda externa total equivale a que cada uno de los 50 millones de colombianos debe US$ 2,9 millones.
La mayor parte del endeudamiento total es de largo plazo (US$ 122.487 millones) y US$ 24.154 millones de corto plazo. Como porcentaje del PIB, la deuda externa total equivale al 49,7 % del PIB: 27,2% la pública y 22,5% la privada.
En cuanto al servicio de la deuda externa, el Banco de la República reveló que en los 6 primeros meses del año el sector público realizó amortizaciones y pagos de intereses por US$ 3.316 millones, mientras que la suma pagada por los privados llegó a US$ 4.977 millones, para un total de US$ 8.293 millones.
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Por largo plazo, según el Emisor, se entiende la deuda cuyo vencimiento original ha sido pactado a un plazo superior a un año a partir del desembolso de los recursos; la de corto plazo es aquella contratada a un plazo igual o inferior a un año.
Según el Banco de la República, las obligaciones privadas se derivan de la colocación de bonos en el exterior, la financiación de operaciones de comercio exterior y los préstamos externos (dentro de los cuales se incluye el arrendamiento financiero, por ejemplo, de aviones).
Los recursos obtenidos suelen tener por objeto financiar: capital de trabajo, procesos de privatización, inversiones en el exterior, importaciones y procesos productivos dirigidos a exportaciones, entre otros.
En cuanto a fuentes, la deuda privada tiene dos modalidades:
La primera es la financiación directa (préstamos, arrendamiento financiero, bonos y crédito comercial) que otorgan entidades del exterior a las empresas nacionales. La segunda es deuda que se toma a través del sistema financiero nacional, principalmente, corporaciones financieras, compañías de financiamiento comercial y los bancos comerciales que realizan una labor de intermediación con los corresponsales extranjeros para el financiamiento de operaciones de comercio exterior.