“Colombia necesita reactivarse de manera segura”, dijo ayer el presidente Iván Duque, al subrayar que el país debe entender que, así como hay que proteger la salud de las personas, también hay que hacerlo con el empleo. «Tenemos un 89,4% de recuperación, que no es de izquierda ni de derecha, sino el camino y depende de todos».
Sin aludir explícitamente a la Minga indígena, que ayer se congregó en la Plaza de Bolívar para esperar una eventual reunión con el mandatario, Duque reiteró algunos síntomas positivos de reactivación como las ventas de vivienda y los anuncios de inversiones de empresas como PepsiCo o varias de las que participaron en la Cumbre de inversión en Colombia, por US$ 1.300 millones.
«El compromiso que planteamos el 20 de julio tiene más de $170 billones de inversión para generar más de 1,7 millones de empleos», explicó Duque.
Pero lo cierto es que la reactivación sigue siendo muy precaria y los cierres parciales de agosto, en Bogotá y Medellín, representaron la contracción del Índice de Seguimiento de la Economía, ISE, en -10,63% frente al mismo período de 2019, cuando presentó un crecimiento anual del 3,11%.
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Las actividades económicas que más contribuyeron a la caída del PIB fueron las terciarias (generación de energía, gas y agua; comercio, transporte, almacenamiento, alojamiento y servicios de comida; información y comunicaciones; actividades financieras y de seguros, etc), que cayeron -10,6% y aportaron -6,91 puntos porcentuales a la variación anual.
Por su parte, las actividades primarias (agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca; extracción de minas y canteras) decrecieron -11,55% y contribuyeron con -1,48 p.p. a la variación anual del ISE.
Finalmente, las actividades secundarias (industria manufacturera y construcción) decrecieron 12,10% y aportaron -2,24 p.p. a la variación anual.
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