Publicado: agosto 30, 2020, 5:30 pm
Aunque la economía atraviesa la peor recesión en la historia del país, muchos colombianos y grandes, pequeños y medianos negocios siguen recurriendo a la tarjeta de crédito y al crédito comercial para financiar sus compras y la actividad productiva.
Según la Superintendencia Financiera, pese a que durante la pandemia se ha observado una fuerte contracción de la economía, la cartera ha seguido dinámica, lo cual sugiere que la reactivación estará apoyada en el crédito.
De hecho, en junio su crecimiento real (es decir, descontada la inflación) fue de 7,6%, un porcentaje que se encuentra por encima de la media del quinquenio (4.1%) y del año anterior (3.7%).
Tal resultado puede atribuirse al dinamismo del crédito comercial y de consumo. De hecho, ambas modalidades explican 6.7 puntos porcentuales (pp) del crecimiento reportado, al contribuir con 4.8 pp y 1.9 pp, en cada caso.
La cartera crece a tasas superiores a las de los niveles pre-covid y la media de los últimos 5 años. La cartera a empresas soporta la dinámica.
Los portafolios destinados a hogares permanecen dinámicos
Pero así como que el crédito fluya es una buena noticia para las familias y las empresas, la mala es que en septiembre la tasa de usura (el máximo que pueden cobrar los establecimientos financieros por el crédito de consumo) registrará un ligero aumento, tal como ya había ocurrido en agosto.
Según la Superintendencia Financiera, dicha tasa será de 27,53% efectivo anual para la modalidad de crédito de consumo y ordinario, lo que representa un aumento de 9 puntos básicos (0.09%) con respecto al mes anterior (27,44%).
De acuerdo con la entidad de control, en junio el saldo total de la cartera bruta del sistema financiero ascendió a $529.6 billones.
La cartera comercial evidenció crecimientos reales anuales superiores al del total (9%), impulsada por los desembolsos al segmento corporativo equivalentes a $8.2 billones.
Consumo y vivienda continuaron aportando positivamente al registrar una 8 variación real anual de 6.4% y 6.3%, respectivamente.
En contraste, la cartera de microcrédito se contrajo -0.1%.
