En el país, de acuerdo con el Colombia Tech Report, actualmente hay 1.110 startups que se distribuyen en 26 sectores de la economía. De estas, se calcula que ocho de cada 10 fracasan antes de llegar a los primeros dos años de operación. Las razones, según cifras de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), son varias, pero sorprende que un tercio de este tipo de compañías desaparecen porque no cuentan con una buena asesoría legal o porque no son capaces de resolver los problemas que surgen entre los socios.
La plataforma de análisis sobre empresas e inversiones más grande del mundo, (el CB Insights) dio a conocer recientemente que las “peleas” entre los socios hoy representan el 23% de las razones del fracaso de los emprendimientos, mientras que un 13% de los problemas que acaban con una idea de negocio se originan en la gestión del talento crítico.
“No entendieron mi modelo de negocio”. “Hicieron un contrato que no me servía”. “Me cobraron carísimo, por horas y al final me sentí robado”. “Negociaron mal mi primera ronda de inversión”, son algunas de afirmaciones que hoy originan los principales dolores de cabeza de los fundadores de las startups cuando se lanzan a la aventura de crear una empresa sin el debido conocimiento ni los aliados legales para hacerlo.
“Los aspectos legales de las compañías emergentes son decisivos por el entorno de incertidumbre en el que se mueven, pues están generando la disrupción del status quo en industrias donde es probable que no haya regulación o que la que hay actúe como un estrangulador de la innovación, haciendo necesario buscar alternativas para sacar adelante iniciativas dentro de un marco de legalidad”, explica Camilo Gómez, CEO de Phylo Legal, una plataforma que presta asesoría legal online y gratuita para startups y que ya ha apoyado a más de 1.000 emprendedores en Colombia y a unos 2.500 en América Latina.
Este emprendimiento brinda un servicio virtual y sin costo, apalancado en un modelo colaborativo compuesto por una red de más de 35 abogados freelance expertos en distintas ramas del derecho.
Mediante cursos disponibles en su plataforma de e-learning, en formato de micro-learnings (videos de 5 o 10 minutos), los fundadores de las startups o las personas que quieran crear una compañía de este tipo, aprenden, entre otros, conocimientos y nociones básicas de creación de empresas, registros de marca, vesting y negociación de rondas de venture capital. Todo en un lenguaje sencillo y con ejemplos prácticos.
“Los interesados no necesitan tener conocimiento sobre aspectos legales específicos, sólo deben tener la actitud y las ganas de aprender para moverse como peces en el agua en el mundo jurídico del emprendimiento”, resalta Gómez.
Los contenidos de los cursos se actualizan semana a semana y se dispone también de e-books y workshops para reforzar los conocimientos de los participantes.
Esta solución recién comenzó a funcionar en Colombia y solo en la primera semana logró 322 personas inscritas”, comenta Gómez, quien además es abogado egresado de la Universidad de los Andes.
La plataforma, agrega su fundador, “permite tener acceso al conocimiento legal más básico y si bien los emprendedores que no son abogados no podrán autogestionar algunos retos jurídicos, si podrán buscar asesoría a través de una solución digital fácil de usar y lo más llamativo: sin costo alguno”.