“Yo sí ahorro. Uno ahorra plata para gastarla en cosas que necesitamos. Siempre lo hago con una alcancía en forma de marranito y cuando la abro puedo saber cuánta plata tengo.Ahora abrí la que tengo desde hace 10 meses, para poder comprarme una ropa para mi cumpleaños, tengo 52.500 pesos” explica Juan David Robayo, de 8 años de edad. “Además quiero empezar otra alcancía para comprarme una moto de juguete” continúa explicando Juan David.
“Ahora quiero ahorrar para comprar barbies y un televisor para mi cuarto” afirma la pequeña Isabella Murcia de tan solo 5 años, que tiene muy claro que guardando plata puede conseguir las cosas que ella desea.
“Sí ahorro y tengo una alcancía.Para mi es importante ahorrar porque puedes utilizar la plata si tu mamá no tiene para alguna cosa, entonces tú se la puedes prestar y ella te la puede devolver en 1 mes o 2 meses. Si no te lo devuelve el día que es, le puedes cobrar 200 o 300 por el retraso” cuenta el pícaro Diego Andrés Villa Melo, de 10 años de edad. Diego también cuenta que ahorra para conseguir un juguete que quiere desde hace mucho tiempo y para cumplir su sueño de ser futbolistaporque sabe que es una carrera que vale mucha plata y así puede ayudar a su mamá para conseguirlo. Dice que ahora ya tiene ahorrado 600.000 pesos.
Estos niños demuestran que la cultura del ahorro se les ha inculcado desde pequeños, y, de acuerdo con, Fabio Chavarro, de Juriscoop, existen pasos muy sencillos para cultivar el ahorro en los pequeños.
El dinero se gana: Una buena forma de conseguir dinero para sus alcancías es darles una pequeña retribución, casi simbólica, por realizar labores cotidianas como recoger la mesa, hacer su cama, ordenar la habitación o cortar el césped. No se trata de premiar sus obligaciones sino de saber compensar las actividades en su medida. También se le puede enseñar a ganar algo de dinero reciclando botellas o cartones, o vendiendo algunos artículos entre sus amigos, familiares y compañeros, con los cuales obtenga ganancias.
Mesada y no diario: es necesario darles a los niños la mesada para la lonchera, de modo que aprenda a administrar su dinero desde pequeño. El niño aprenderá que si gasta en los primeros días del mes todo el dinero se quedará algunos días sin lonchera, y con eso será, en el futuro, un adulto que sabrá administrar su sueldo y sus ingresos. Y parte de la mesada debe ser para ahorrar.
Fijar un objetivo: El ahorro debe tener un fin, un objetivo claramente definido, por eso es importante que los niños visualicen que quieren conseguir con el dinero que van a ir guardando y en cuánto tiempo podrán tener eso tan deseado. Con esto tendrán una motivación extra que los animará a ir guardando dinero mes a mes.
Involucrarlos al hacer compras del mercado: Los pequeños ya son conscientes de que con dinero se consiguen cosas, una buena idea sería darles una cantidad de dinero para que hagan algunas compras de una lista de alimentos, indicándoles que el dinero sobrante podrán guardarlo en su alcancía. Ellos aprenderán mejor el hábito del ahorro, involucrándolos en las tareas cotidianas.
Cuenta de ahorros o alcancía: El objetivo es que tengan un lugar donde depositar el dinero que se quiere ahorrar. Es importante evitarles la tentación de sacar el dinero hasta que consigan llegar a su objetivo. Pueden empezar por una alcancía y más adelante llevarlos a una entidad financiera a abrir una cuenta de ahorro con características especiales para ellos, como es el caso de Rito en Financiera Juriscoop. Ojalá en la entidad les hagan sentir importantes a la hora de firmar algún documento, aunque sea simbólico, para que los niños se sientan más comprometidos y motivados.
“Por lo general este tipo de cuentas son para menores de edad, con un monto de apertura bajo, sin cuota de manejo y en las que los niños son los titulares de la cuenta, pero deberán actuar a través de sus padres o personas responsables” detalla Fabio Chavarro.