En los últimos tres años, Colombia ha importado 154 mil toneladas de barras corrugadas para la construcción, cuya composición química ha sido intencionalmente modificada a través del incremento de los elementos aleantes, con el propósito de eludir los aranceles aplicables a países como China y Turquía, de acuerdo con cifras de la DIAN analizadas por el Comité Colombiano de Productores de Acero de la ANDI.
Esta situación tiene consecuencias relevantes en varios frentes. Por un lado, hasta febrero de 2017 el país ha dejado de recaudar más de 25 mil millones de pesos por la irregularidad en las importaciones de acero de China y Turquía, es decir, se está generando un hueco fiscal a causa de esta situación.
“Las únicas barras corrugadas que se importan como aleadas provienen de China y Turquía, países con los que Colombia no tiene TLC y por lo tanto pagan arancel. Para los demás orígenes, con arancel cero, los mismos importadores clasifican el producto correctamente, lo que permite concluir que el cambio de partida está motivado por la tarifa a pagar”, asevera Camila Toro, Directora del Comité Colombiano de Productores de Acero de la ANDI.
Y es que China cambió totalmente la Industria Siderúrgica mundial desde 2008 cuando se empezó a observar una fuerte sobre oferta mundial de acero, proveniente del crecimiento desmedido en la capacidad de producción de acero en China. Miguel Homes, presidente de Ternium Región Andina, asegura que esta situación crea una fuerte competencia desleal, tanto de forma directa desde China, como indirectamente de otros países que han sido inundados de acero chino y han tenido que salir a vender sus excedentes de acero en otros países, entre ellos Colombia.
“Dada la importancia del sector siderúrgico en el país, donde se generan más de 15 mil empleos directos, y que de acuerdo a los estudios de Alacero generaría hasta 60.000 empleos adicionales en toda la cadena de valor, es fundamental que las autoridades tomen medidas que nos permitan competir en igualdad de condiciones ante esta competencia desleal, que depreda y acaba mercados mientras reciben subsidios estatales que les permiten operar a pérdida”, dice el presidente de Ternium.
Según el directivo, también es muy importante contar con controles aduaneros y de fiscalización para garantizar que todo el acero que se consuma en el país cumpla a cabalidad las normas y reglamentos técnicos de estos materiales, a fin de salvaguardar la integridad y el patrimonio de todos los colombianos.
Esta dinámica desleal afecta a la industria nacional de acero, pues China y Turquía tienen industrias de acero altamente subsidiadas y en el caso de China, son de propiedad del mismo gobierno nacional, que no se comporta como una economía de mercado.