Por Investigaciones Económicas – Banco de Bogotá
Luego de tres reuniones con decisiones sorpresivas, el Banco de la República (BR) cumplió la expectativa de los analistas y el mercado y redujo su tasa de interés -25pb a 7.00%, luego de una decisión dividida. Y fue precisamente éste uno de los rasgos más llamativos de la decisión, pues la votación estuvo partida en tres grupos: cuatro votos mayoritarios por -25pb, un voto por -50pb y un voto por estabilidad. Una vez más solo hubo seis miembros votantes pues José Antonio Ocampo solo se vinculará a la Junta hasta el mes de mayo.
En la rueda de prensa el Gerente de la entidad, Juan José Echavarría, confirmó que todos los miembros de la Junta coinciden en que las tasas de interés deberían descender, pero difieren en la magnitud y la velocidad con que se debe implementar el ciclo de relajación monetaria. En efecto, la descripción del balance de riesgos entre actividad e inflación se inclina por menores tasas de interés.
De un lado el BR reconoce que la inflación siguió teniendo un buen comportamiento y que incluso descendió más de lo previsto por la misma entidad. Destaca que las expectativas de inflación continuaron mejorando. Sin embargo, señala que la inflación básica se mantuvo estable, en parte por el aumento de precios como consecuencia del mayor IVA (de 16% a 19%), pero también por la indexación, o dependencia de los precios pasados. Este fenómeno estaría algo más arraigado luego de dos años de incumplimiento de la meta de inflación.
En cuanto a la actividad, el banco central reconoce la debilidad de los indicadores del primer trimestre que hasta la fecha se han conocido: producción industrial, ventas minoristas y confianza del consumidor. Nuevamente el BR reiteró que si los indicadores de actividad económica presentan un deterioro adicional, sería necesario revisar a la baja sus proyecciones de crecimiento para 2017, actualmente en 2.0%, con un rango entre 0.7% y 2.7%.
Casi al tiempo de conocerse la decisión de tasas, el DANE reveló que en enero la economía colombiana creció 1.2% anual, un desempeño similar al del mes previo. El resultado confirma que quizá lo peor para la economía ya pasó, pero que en todo caso la actividad sigue débil.
Con este balance, el BR tuvo en consideración tres factores que definieron su decisión de relajar la política monetaria. En primer lugar, reiteró la incertidumbre sobre el entorno internacional y la debilidad de la economía local, enfatizando en el riesgo de una desaceleración excesiva. Segundo, mencionó que si bien la inflación moderó más de lo previsto, todavía persiste incertidumbre sobre la velocidad de convergencia de la misma a la meta dado los riesgos que implica la indexación. Por último, repitió que el nivel de tasas de interés real es contractivo.
Así, como venía señalando Investigaciones Económicas (IE), aunque persiste incertidumbre sobre las decisiones del BR luego de tres sorpresas consecutivas, parece que la senda de tasas de los próximos meses será de reducciones consecutivas de -25pb por mes hasta llevarla a un nivel más neutral. Según las estimaciones de IE la tasa llegaría a mediados del año a 6.25%, pero la debilidad de la economía y la posibilidad de una tasa de interés real neutral menor, bien podrían implicar una tasa terminal más baja a la prevista.
Por último, vale la pena mencionar que si bien ahora hay mayor diferencia en las opiniones de los miembros de la Junta (tres grupos), realmente el sesgo es de relajación de la política monetaria. Cinco de los seis miembros están votando por reducciones de tasa y esto probablemente se repetirá en abril.
En cuanto a los posibles votos, el Ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, probablemente fue el más dovish (expansivo en política monetaria), como lo dejó ver en la rueda de prensa. Entre tanto, Gerardo Hernández entró votando con la mayoría, y si bien la posición inicial que le asignamos en el espectro de la Junta está en el medio, solo con pronunciamientos y presentaciones próximas revelará realmente su sesgo. Ana Fernanda Maiguashca podría haber sido el voto que cambió entre reuniones, mientras que Juan Pablo Zárate se consolidaría como el más hawkish (contractivo en política monetaria) de la Junta.
Como también señalamos, en mayo, la llegada de Ocampo ratificaría el sesgo bajista de tasas de la Junta, pues su posición académica parecería inclinarse también por una senda de menores tasas. Así, es evidente que la tasa de interés del Banco de la República continuará descendiendo en los próximos meses.