Publicado: febrero 1, 2022, 9:03 am
Se trata del primer contrato público-privado con una nueva metodología, cuya primera parte ya se ha vendido en los mercados internacionales con el respaldo de blockchain y la monitorización por satélite, con el objetivo de aumentar los incentivos hacia la conservación de cara a los objetivos de reducción de emisiones del Acuerdo de París y la protección del 30% del planeta para 2030.
La asociación liderada por Global Carbon Parks, pionera en su género, anima a los gobiernos a proteger la biodiversidad y avanzar hacia sus objetivos de reducción de emisiones después de la COP26. El contrato permite a Global Carbon Parks monetizar los créditos de carbono certificados a nivel mundial, tanto en formato analógico como digital, anunciando la tokenización de +11 millones de créditos de carbono.
Para ejecutar sus contratos, la start-up aglutina empresas relacionadas con el clima, desde tecnologías satelitales hasta DeFi y el protocolo de descarbonización urbana (Community Electricity, Lockton, Satellogic y RSK entre otras). Miami se ha convertido en el nuevo hogar de empresas tecnológicas como ésta, que aspira a ser uno de los próximos unicornios de la nueva generación, tal y como afirmó Larry Fink, CEO del fondo Blackrock.
La deforestación en el Gran Chaco argentino es una catástrofe globalmente ignorada, más grave que la de la Amazonia durante las últimas dos décadas. Desde 1985 se han deforestado millones de hectáreas y otras 35.000 desde que comenzó la pandemia. El Gran Chaco sudamericano, compartido por Argentina (60%), Paraguay (23%), Bolivia (13%) y Brasil (4%), es emblemático, según una investigación realizada por científicos argentinos y alemanes, el carbono almacenado en el Gran Chaco es 19 veces mayor de lo que se pensaba.
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«Global Carbon Parks invierte en acuerdos con gobiernos que están dispuestos a revertir su crisis ambiental y cuyos activos naturales pueden acelerar el cumplimiento del Acuerdo de París», dice Felipe Cano, cofundador, y CEO. «Nuestra fintech trabaja con gobiernos (Países, Estados y Ciudades) que están dispuestos a aprovechar sus activos naturales para acelerar la descarbonización en un modelo circular sumamente prometedor y escalable, que contribuirá en gran medida a alcanzar los objetivos de cero emisiones netas y a mantener el planeta seguro para las generaciones futuras. Para finales de 2022, esperamos tener más de mil millones de dólares en contratos firmados.»
