Según Reuters, la mayoría de mercados de monedas y acciones de América Latina rebotaron el martes tras las pérdidas del día anterior. ¿La razón? La esperanza de los inversionistas de un reinicio de la actividad tras las extensas cuarentenas, pese a que eran aún cautelosos por la posibilidad de una segunda ola del coronavirus.
En Colombia, el dólar cayó levemente hasta $3.884,50 en una jornada de gran volatilidad, después de abrir en $3.881 ($17 por debajo del cierre anterior) y durante toda la jornada se cotizó entre un máximo de $3.888,8 y un mínimo de $3.872.
Según el reporte diario de Bancolombia, las noticias sobre el dato de inflación de EE.UU en abril (0,3% anual), que se acercó a niveles deflacionarios, llevaron a una depreciación del dólar a nivel global, que, en compañía con la recuperación de los precios del crudo ante la posible reapertura económica en New York y el compromiso de Arabia Saudita de recudir aún más la producción, ayudaron al comportamiento positivo del peso colombiano.
La cotización para entrega en julio del Brent -que sirve de referencia al petróleo colombiano- cerró en US$ 29,98 en Londres, un alza de 1,2% sobre el cierre del lunes.
“Con esto, la moneda local registró una apreciación diaria de 0,35% con respecto al dólar y junto al peso chileno fueron las únicas monedas de la región que avanzaron”.
En la jornada se realizaron transacciones por US$ 958,3 millones (86% superior al monto negociado ayer), y el par registró un precio promedio de $3.880,22.
En cuanto a los mecanismos de intervención cambiaria del Banco de la República, en la subasta de forward NDF (es decir, sin entrega) se adjudicó un monto de US$ 111 millones a una tasa de corte de $3.890.
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