Según el Observatorio para el Seguimiento de la Atención de la Emergencia y Reactivación Económica de Bogotá, conformado por la ANDI, ANIF, la Cámara de Comercio de Bogotá, Fedesarrolllo y ProBogotá Región, el rastreo tiene que ser prioridad, ya que la pandemia y la estrategia de confinamiento han generado la mayor pérdida de empresas y empleo formal en los últimos 10 años.
“Es necesario trabajar en estrategias que eviten las aglomeraciones, las reuniones familiares y las reuniones públicas de carácter social, y a su vez, generar las condiciones para que se pueda mantener la operación reconociendo la importancia de la productividad para el bienestar de la sociedad”.
Según el documento, la reactivación económica observada desde el tercer trimestre del 2020 se verá gravemente afectada por las medidas de restricción impuestas en el primer trimestre del presente año.
1. EL RASTREO TIENE QUE SER PRIORIDAD
Dada la evolución de la pandemia del COVID 19 el Gobierno Distrital debe mantener y robustecer las estrategias de testeo, control y rastreo de contagios con el fin de construir cercos epidemiológicos efectivos y centrar los esfuerzos del sector salud en dichas poblaciones. Esta medida es especialmente relevante teniendo en cuenta que, si bien el proceso de vacunación está pronto a iniciar, su implementación escalonada implica que gran parte de la población seguirá expuesta al contagio.
Por lo tanto, proponemos:
- Identificar, ubicar y visitar en su casa a las personas mayores de 70 años que padezcan comorbilidades como hipertensión, diabetes, EPOC y obesidad.
- Caracterizar social y económicamente estas personas en aspectos como núcleo familiar de convivientes, dependencia económica y condiciones de vivienda, entre otros.
- Crear una base de datos para su seguimiento y control con todas las entidades encargadas de su atención.
- Realizar un cerco socio-epidemiológico a estos núcleos familiares que puede incluir entre otras acciones asignarles un gestor de riesgo (por lo menos a los más críticos).
2. APERTURA DE CORREDORES AÉREOS Y TERRESTRES HACIA CIUDADES DE BAJA OCUPACIÓN DE UCI
Más allá de las estrategias encaminadas a la reducción de la ocupación de UCI, como han sido el aislamiento y el aplazamiento de intervenciones no vitales, sería fundamental que desde el Distrito se establecieran corre- dores aéreos y terrestres para el traslado de pacientes que requieren UCI hacia ciudades que presentan alta disponibilidad de camas en estas unidades.
Al 14 de enero de 2021, por ejemplo, el municipio de Zipaquirá reportaba una disponibilidad del 50%, mientras que Cartagena y Barranquilla tenían una disponibilidad de 38 y 39%.
3. ELIMINACIÓN DE RESTRICCIONES PARA POBLACIÓN SEROPOSITIVA.
De acuerdo con el Estudio Nacional de Seroprevalencia, liderado por el Instituto Nacional de Salud, hacia noviembre de 2020 el 30% de la población de Bogotá ya tenía anticuerpos contra el SARS-CoV-2 y, en conse- cuencia, adquirido inmunidad natural –por lo menos de manera temporal– contra el virus.
Considerando esta alta proporción, es necesario que las restricciones a la movilidad que se establezcan hacia el futuro excluyan a aquellos habitantes que, por haber presentado la enfermedad, ya no representan un riesgo para los conciudadanos. La implementación de estrategias de testeo de anticuerpos en el ámbito empresarial y de mecanismos de exclusión de restricciones para la población que presente resultados positivos –sin que ello implique el relajamiento de los protocolos de bioseguridad– facilitaría la reactivación económica.
4. EL AUTOCUIDADO Y EL CUIDADO MUTUO ES LA PRINCIPAL HERRAMIENTA DE PROTECCIÓN
Es necesario trabajar en estrategias que motiven el cambio comportamental individual y mutuo a partir de la generación de mayor conciencia sobre el riesgo de contagio soportadas en el autocuidado como principal instrumento de protección. Proponemos especial énfasis en el cuidado en casa, donde ha habido más focos de contagio, pues en casa bajamos la guardia.
Las empresas vinculadas al Comité Intergremial de Bogotá – Cundinamarca continuaremos promoviendo la cultura del autocuidado y el cuidado mutuo y el cumplimiento de los protocolos de bioseguridad como lo hemos hecho hasta ahora.
5. LOS TRABAJADORES INFORMALES REQUIEREN MÁS Y MEJOR PROTECCIÓN
Teniendo en cuenta que la actividad económica informal en Bogotá es del 42,2 %, es necesario que el Distrito diseñe e implemente estrategias específicas con el propósito de garantizar su protección frente a la COVID-19 y tener un ingreso.
Como medidas específicas sugerimos las siguientes:
- Garantizar el acceso al tapabocas de forma universal y gratuita acompañado de campañas pedagógicas in situ.
- Identificar los puntos de alta concentración de la actividad informal y diseñar de forma concertada protocolos especiales para estos lugares.
- Promover un sistema de control de pares entre los propios trabajadores informales.
6. EL BIENESTAR SOCIAL Y LA REACTIVACIÓN ECONÓMICA DEPENDEN DE LA POSIBILIDAD DE QUE LAS EMPRESAS PUEDAN RETOMAR SUS ACTIVIDADES PROPIAS
La pandemia del COVID-19 y la estrategia de confinamiento para enfrentarlo ha generado la mayor pérdida de empresas y empleo formal en los últimos 10 años para la ciudad. Esto se está traduciendo directamente en pérdidas de empleos, de oportunidades de sustento y de condiciones que les permita a los ciudadanos contar y acceder a una calidad de vida digna.
Este deterioro social y económico, solo puede ser revertido con la reanudación de la actividad productiva. No existe la posibilidad de que un Gobierno y una sociedad puedan garantizar el bienestar a largo plazo de su población sin dicha actividad productiva, los recursos fiscales son limitados y los ahorros individuales de los colombianos son precarios.
En este sentido, se recomienda establecer mecanismos e iniciativas que permitan reanudar a los ciudadanos sus diversas actividades productivas y continuar generando diversos tipos de apoyo económicos para superar los impactos negativos que ha tenido la pandemia en el ejercicio de sus labores.
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