El aeropuerto de Jasionka, cerca de Rzeszów, en Polonia, ha sido desde el inicio de la invasión rusa el centro logístico de la ayuda militar y humanitaria destinada a Ucrania. Desde este aeropuerto se ha distribuido aproximadamente el 95% de la ayuda occidental y … su seguridad ha estado garantizada por baterías de misiles Patriot1 estadounidenses, operados por tropas americanas. Este jueves, con gran discreción y escasa transparencia, esas tropas comenzaron a abandonar sus posiciones, tal y como había anunciado el Comando del Ejército de EE.UU. en Europa y África (USAREUR-AF). En su lugar, la OTAN ha asumido la responsabilidad de las operaciones en Jasionka y ha reemplazado a las tropas estadounidenses en un punto cuya importancia estratégica sigue siendo alta.
Los comunicados oficiales hablan de «optimización estratégica de las fuerzas de la OTAN». El presidente de Polonia, Andrzej Duda, durante su reciente visita oficial a Estonia, ha aclarado que «el traslado del personal y el equipo militar estadounidense desde el aeropuerto de Jasionka no es una retirada de tropas», si bien mencionó que no podía explicar la situación «en detalle». «Debido a la necesidad de mantener la seguridad operativa, no podemos proporcionar información detallada sobre cuándo y dónde se trasladará el equipo desde Jasionka», se ha limitado a decir Dave Overson, portavoz del Comando americano.
«Los estadounidenses no se van a ir del territorio de Polonia», ha desmentido por su parte el aparente repliegue el viceprimer ministro polaco y ministro de Defensa, Władysław Kosiniak Kamysz, que asegura que «se trata de una reubicación planificada de tropas». El personal y el equipo de los Estados Unidos presentes en el aeropuerto serán transferidos a otras instalaciones, según el Ministerio de Defensa Nacional, que insiste también en que los cambios en Jasionka fueron acordados con Polonia y no son una sorpresa.
Efectivamente, Kosiniak-Kamysz informó sobre los próximos cambios en Jasionka por primera vez en enero, en una conferencia de prensa conjunta con el ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius, con el que acordó que, en adelante, el espacio aéreo sobre el aeropuerto y la región estaría protegido por dos baterías antiaéreas Patriot alemanas. Acordaron que la misión duraría un mínimo de seis meses y a las baterías antiaéreas alemanas se han sumado después otras noruegas. Pero la sustitución ha generado gran inquietud entre la población polaca.
«Aceptamos esta decisión con calma», dice Sławomir Porada, alcalde de Trzebownisko, el municipio donde se ubica el aeropuerto, que nunca olvidará el día en que llegaron los americanos. «Poderosas máquinas calentando las pistas heladas, soldados armados que parecían haber salido de una película, tiendas de campaña que brotaban como setas, y muchas vallas y puestos de control», relatan los testigos a Fakt.pl.
Una retirada en toda regla
«Esto ha empezado ahora a quedar muy vacío, como Nochebuena sin albóndigas», bromea Monika Siudak, al frente de un restaurante local. Pero mientras los hosteleros de Rzeszów se preparan para cambiar hamburguesas por salchichas, en Europa crece la preocupación porque lo que en Varsovia se presenta como «rotación» o «reubicación» es para los medios estadounidenses una retirada en toda regla.
Según está informando la NBC, que cita como fuentes a funcionarios estadounidenses y europeos, el Departamento de Defensa de EE.UU. está considerando la retirada de unos 10.000 soldados de Europa del Este. Se trataría de tropas que forman parte de los refuerzos enviados por el expresidente Joe Biden en 2022. Reforzó así la seguridad de la frontera oriental de la OTAN ante la guerra de agresión rusa contra Ucrania, pero Trump no desea seguir prestando esa asistencia contra Putin y estaría organizando una retirada de las tropas estadounidenses desplegadas en Rumanía y en Polonia.
Las fuerzas armadas estadounidenses todavía están representadas en Europa con alrededor de 80.000 soldados
Las fuerzas armadas estadounidenses todavía están representadas en Europa con alrededor de 80.000 soldados y proporcionan un elemento disuasorio creíble. Los rusos «verían una reducción en el tamaño de las fuerzas armadas de Estados Unidos como un debilitamiento de la disuasión, y eso aumentará su disposición a interferir en Europa de varias maneras», reconoce Seth Jones, del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales. El pentágono no hace comentarios.
La semana pasada, el presidente republicano del Comité de Servicios Armados del Senado de Estados Unidos criticó la posible salida de Europa. «Hay algunos que creen que ahora es el momento de reducir drásticamente nuestra presencia militar en Europa y estoy perturbado por estos puntos de vista profundamente equivocados y peligrosos, sostenidos por algunos burócratas de nivel medio en el Ministerio de Defensa», dijo Roger Wicker, que se refirió a agentes políticos que «han estado trabajando para que Estados Unidos se retire de Europa, a menudo sin consultar siquiera con el secretario de Defensa«.