Las manifestaciones en la frontera entre Polonia y Alemania vienen repitiéndose en las últimas semanas, pero la de este sábado paralizó el tráfico fronterizo durante toda la tarde y ocasionó colas y atascos de tráfico a lo largo de más de diez kilómetros.
La concentración entre Görlitz y Zgorzelec reclamaba un replanteamiento de la política migratoria de Alemania, que en adelante detendrá a los solicitantes de asilo en la frontera y no les permitirá entrar en el país.
Los manifestantes proceden de grupos nacionalistas polacos, simpatizantes de Ley y Justicia (PiS), y en algunas de sus pancartas se leían también llamamientos a derrocar el Gobierno de Donald Tusk, según la policía fronteriza alemana.
«La política migratoria de Merkel fue y es el mayor error de Alemania. Nosotros, los polacos, decimos: ¡Basta!», apoyaba la manifestación en redes el parlamentario Marek Jakubiak. Perteneciente al partido Kukiz’15, compartió imágenes de la protesta en Zgorzelec, en las que se ondeaban banderas polacas y pancartas con los lemas «¡Alemanes, no dejen a sus invitados en la puerta de la casa de su vecino!» o «Los refugiados no son bienvenidos».
Un portavoz de la policía alemana en Görlitz confirmó que «el puente de la frontera ha estado cerrado durante la manifestación y, si bien durante las primeras horas fue una protesta pacífica, a medida que los conductores se iban impacientando se fue volviendo una situación más violenta».
Los manifestantes levantaron barreras en el puente de cruce e hicieron declaraciones a los periodistas polacos y alemanes a los que ellos mismos habían convocado. «El Gobierno no protege las fronteras, ¡así que actuamos por nuestra cuenta!«, explicaba el portavoz de ‘Roty Marszu Niepodległości’ (Asociación de la Marcha de la Independencia), que ha lanzado en las redes sociales la etiqueta »Alto a la inmigración«.
Protestas como esta se han producido también en Fráncfort Oder y Slubice, donde tablones de madera con alambre de púas impedían el paso a los vehículos. Un portavoz de la Policía en el este de Brandeburgo confirmaba que los manifestantes no habían cumplido con el requisito de permanecer en la zona asignada. «¡Detengan el pacto migratorio!», gritaban como consigna. Según el periódico regional «Gazeta Lubuska», la manifestación respondía al lema «Resistencia a la política migratoria del Gobierno de Donald Tusk«.
El motivo que agita las protestas es que, en Eisenhüttenstadt, en el estado de Brandeburgo y cerca de Polonia, comenzó a funcionar el 13 de marzo un nuevo ‘Centro de Dublín’. Llamado así por seguir el Reglamento de Dublín de la UE para regular las migraciones, su objetivo es garantizar un retorno más rápido de los solicitantes de asilo a otros Estados miembros. Los traslados a Polonia se organizarán en ese centro para los inmigrantes que tienen que pasar por su procedimiento de asilo a otro Estado de la UE, ya que pisaron allí por primera vez suelo europeo. No solamente Polonia, también Austria se ha mostrado contraria a esta política, acordada por la Unión Cristianodemócrata (CDU) y el Partido Socialdemócrata (SPD) en sus negociaciones para la formación de gobierno. En el futuro, los solicitantes de asilo serán rechazados directamente en las fronteras, «en coordinación con los vecinos europeos».
Pero el Ministerio de Interior de Austria ya ha adelantado que no acogerá a estas personas. «Es gratificante, pero también absolutamente necesario, que Alemania se comprometa a tomar medidas coherentes contra la inmigración ilegal», ha reprochado la cancillería del conservador Christian Stocker en Viena. Además, ha anunciado medidas en caso de que los rechazos alemanes aumenten la presión migratoria sobre Austria.
Si el número de solicitantes de asilo rechazados aumenta, Austria activará la cláusula de emergencia de la UE y ya no aceptará nuevas solicitudes. Desde el punto de vista de Austria, las personas que solicitan asilo no pueden ser rechazadas informalmente en la frontera en virtud de la legislación actual de la UE. «Por lo tanto, el Ministerio del Interior ha dado instrucciones a las direcciones de la Policía estatal correspondientes para que no acepten la denegación de entrada por parte de las autoridades alemanas en violación de la ley de la UE y que informen inmediatamente sobre las percepciones», anuncia la cancillería austriaca. Su nuevo gobierno de coalición, formado por el conservador ÖVP, el socialdemócrata SPÖ y el liberal Neos, también planea medidas restrictivas en los ámbitos del asilo y la migración, como detener temporalmente la reunificación familiar de las personas con derecho a protección.