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NEGOCIOS

Los Gerentes de Impacto del 2024

TECNOLOGÍA

Un hombre estudia comprar el vertedero en el que cree que están los 600 millones de libras en bitcoins que perdió

10/02/2025 a las 17:52h.

Un hombre de 39 años lleva una década intentando recuperar su fortuna: 600 millones de libras en bitcoins. Los tenía en un disco duro que en el verano de 2013, de manera accidental, introdujo en una bolsa negra mientras limpiaba su despacho y que después dejó en el pasillo de la casa. Posteriormente, una pareja se creyó que era basura y ahí acabó en el vertedero.
Durante los últimos 10 años, James Howells ha estado peleando con las autoridades locales para poder acceder a esa zona y buscarlo, informa ‘The Guardian’. Lo más reciente ocurrió el mes pasado, cuando el hombre perdió un caso en el que pedía obligar al Ayuntamiento de Newport a dejarle rastrear en el citado lugar.

Desde ese momento, el Consistorio ha tratado de cerrar el vertedero. De hecho, según apunta el citado periódico, se quiere construir una granja solar en parte del territorio. En declaraciones recogidas por ‘The Guardian’, Howells se ha mostrado sorprendido de los supuestos planes municipales, sobre todo, por el «impacto perjudicial» que le habían dicho que tendría clausurar el espacio simplemente para que buscase.

Como ha perdido la vista, ahora está valorando comprar ese vertedero, situado en el sur de Gales, para poder intentar recuperar su disco duro. Según ha afirmado, es una opción que está «muy sobre la mesa» y que ya ha valorado con potenciales socios.

Elon Musk y Sam Altman: de aliados en OpenAI a una rivalidad por la inteligencia artificial

La relación entre Elon Musk y Sam Altman ha pasado de la colaboración en OpenAI a una abierta rivalidad. Actualmente vuelan los cuchillos de un lado hacia el otro, pero antiguamente fueron, en conjunto, piezas claves en la fundación de la empresa de inteligencia … artificial (IA) de ChatGPT, pero diferencias en la visión estratégica y el control de la compañía los han llevado a enfrentarse en los últimos años.
En 2015, Musk y Altman fueron dos de los principales impulsores de OpenAI, una organización (en aquellas sin ánimo de lucro) creada para desarrollar IA de manera segura y evitar que esta tecnología quedara en manos de unas pocas grandes empresas. Con el respaldo de otros empresarios y expertos, OpenAI nació con el propósito de garantizar que la IA beneficiara a la humanidad. «Es difícil imaginar cuánto podría beneficiar a la sociedad la IA a nivel humano y es igualmente difícil imaginar cuánto podría dañarla si se construye o utiliza incorrectamente», indicaba en un comunicado en el que se anunciaba la fundación de OpenAI.

El abandono de Musk «fue muy duro»

Sin embargo, en 2018, Musk abandonó de golpe la empresa. Según explicó más tarde, lo hizo porque creía que OpenAI estaba quedándose atrás frente a otros competidores, como DeepMind de Google. Además, intentó tomar el control de la compañía, pero su propuesta no fue aceptada por el resto de los fundadores, incluido Altman. Con su salida, el multimillonario también se retiró de un compromiso de proporcionar financiación adicional a la startup de IA, según declaró una persona familiarizada con este asunto a ‘The New Yorker’.
«Fue muy duro», expresó Altman a la revista neoyorquina con relación a esta situación. «Tuve que reorientar gran parte de mi vida y de mi tiempo para asegurarme de que contábamos con financiación suficiente».
Pese al vació que dejó Musk en cuanto a financiación, en noviembre de 2022 ChatGPT despegó y cosechó millones de usuarios por su capacidad para hacer de todo, desde escribir redacciones hasta elaborar código de programación. Según el medio ‘Semafor’, Musk estaba furioso por el éxito del chatbot, y arremetió contra la compañía, comentando que ChatGPT se entrenaba con la base de datos de Twitter (ahora X) sin haberle pedido permiso y que procedería a limitarlo.

Altman se burla de Musk en varias ocasiones

Los años pasaron, y después de este roce y de la salida de Musk de OpenAI, el multimillonario decidió fundar xAI en 2023, su propia empresa de IA con la promesa de desarrollar modelos más transparentes y sin censura ideológica. Su objetivo era competir directamente con OpenAI y ofrecer una alternativa a herramientas como ChatGPT.
Musk también fue una de las más de 1.000 personas que firmaron una carta abierta en marzo de 2023 pidiendo una pausa de 6 meses en el entrenamiento de sistemas avanzados de IA. «¿Debemos arriesgarnos a perder el control de la civilización?», argumentaba la carta. Sin embargo, y tal como informó ‘The New Yorker’ en 2023, mientras Musk presionaba públicamente para que se estableciese una moratoria, el empresario estaba montando en silencio su propia compañía. Entre tanto, después de que Musk comprara Twitter, decidió realizar cierta prohibiciones a enlaces que dirigieran a paginas externas, con un movimiento en el que decidió autodenominarse como «absolutista de la libertad de expresión». Altman no perdió la oportunidad y le tildó de «absolutismo de la libertad de expresión en esteroides».
free speech absolutism on STEROIDS— Sam Altman (@sama) April 8, 2023

Tampoco perdió la oportunidad de comentar la supuesta pelea entre Zuckerberg y Musk, un combate que nunca se celebró, pero dijo en la Cumbre de Tecnología de Bloomberg que él «iría a ver si Zuck y él realmente pelean en una jaula», aunque dijo que, en su caso, no consideraba que fuese a desafiar a Musk en una pelea física.
Por otra parte, Altman declaró a The New Yorker en agosto de 2023 que, en cuestiones más generales, el CEO de Tesla tiene un planteamiento de «yo hago lo que quiero». Y añadió: «Elon quiere desesperadamente que el mundo se salve. Pero solo si puede ser él quien lo salve».

Musk denuncia a OpenAI

La rivalidad alcanzó un nuevo nivel en febrero de 2024, cuando Musk demandó a OpenAI y a Sam Altman. En su denuncia, alegó que la empresa había abandonado su misión original al priorizar intereses comerciales y favorecer a Microsoft. En este tiempo, Altman tomó la decisión de que la empresa dejara de ser una organización sin ánimo de lucro, lo que permitió atraer a grandes inversores, entre los que se encontraba Microsoft, quien se convirtió en su principal socio.
Sus abogados defendieron que la desarrolladora de ChatGPT se había «transformado en una filial de facto de código cerrado de la mayor empresa tecnológica del mundo», llegando a decir que OpenAI está «perfeccionando una inteligencia artificial general (AGI, por sus siglas en inglés) para maximizar los beneficios de Microsoft, en lugar de hacerlo en beneficio de la humanidad». Ante esta demanda OpenAI rechazó las acusaciones y aseguró que su enfoque seguía alineado con el beneficio de la humanidad.
Musk retiró esa demanda, pero meses después volvió a presentar una nueva, alegando que fue «engañado» para cofundar la empresa de IA. Además, Musk acaba de modificar dicha denuncia para incluir a Microsoft como parte imputada y sus abogados acusan ahora a las dos compañías de incurrir en conductas anticompetitivas.
La guinda del pastel en esta pelea tecnológica ha sucedido este lunes, cuando Musk dio a conocer que quería comprar OpenAI por 97.400 millones de dólares. Ante la oferta, Altman respondió muy pronto mediante X: «No, gracias, pero compraremos Twitter por 9.740 millones de dólares si quieres». Musk no se ha quedado callado, y ha llamado a Altman «estafador», junto con un vídeo en el que Altman explica que no ha ganado ni un solo dólar con OpenAI. Claro, antes de que dejara de ser una organización sin ánimo de lucro.

Pese a los pleitos y los continuos ataques del dueño de Tesla hacia el CEO de OpenAI, Altman ha dedicado en varias ocasiones palabras bonitas a Musk. «Para decir algo positivo sobre Elon, creo que realmente le preocupa el futuro de la AGI», dijo en una entrevista en el pódcast ‘On With Kara Swisher’, refiriéndose a la inteligencia artificial general. «Es un imbécil, o lo que se quiera decir de él, tiene un estilo que no es el que yo querría para mí. Pero creo que realmente se preocupa, y le estresa el futuro de la humanidad», expresó Altman.
En mayo de 2023 también comentó durante una charla en el University College de Londres que «aprender de Elon sobre lo que es posible hacer y que no es necesario aceptar, que la I+D y la tecnología duras no son algo que se pueda ignorar, ha sido muy valioso».

Probamos el TicWatch Atlas: el reloj inteligente de aventura definitivo

07/02/2025 a las 01:54h.

El TicWatch Atlas es la propuesta de Mobvoi para los entusiastas de los deportes extremos, aventureros y aquellos que buscan un reloj inteligente que soporte las condiciones más extremas. Tras unas semanas probándolo, queda claro que Mobvoi ha dado un salto significativo en este segmento, aunque no está exento de algunos sacrificios.
El Atlas destaca desde el primer momento por su robustez. Está fabricado con materiales premium como acero inoxidable, aluminio de serie 7000 y nailon reforzado con fibra de vidrio. Esto, junto con su certificación militar MIL-STD-810H, lo convierte en un «tanque» a prueba de todo. La pantalla está protegida por cristal de zafiro, lo que garantiza resistencia frente a golpes y arañazos, ideal para actividades al aire libre.

Eso sí, este diseño tan resistente ocasiona que reloj resulte grande y algo pesado, para personas con muñecas pequeñas o que buscan un dispositivo más discreto, el Atlas puede resultar demasiado grande.

La pantalla dual es de 1,43 pulgadas, combina un panel OLED de alta resolución, con colores vivos y claridad, con una pantalla LCD de bajo consumo, que resulta extremadamente útil bajo la luz directa del sol. Esta combinación no solo mejora la visibilidad, sino que también prolonga la duración de la batería. Este sistema de doble pantalla trae clarísimos beneficios, pero también alguna que otra desventaja, por ejemplo, a veces pasar la pantalla LCD a la OLED requiere del reinicio del dispositivo, para poder «despertarlo», lo que significa esperar unos segundos.

INTERNACIONAL

¿Estamos en el umbral de un viable plan de paz para Ucrania?

La reciente caída de Toretsk ha agrietado el robusto segmento defensivo ucraniano Chasiv Yar-Prokovsk. También facilitará el avance de las tropas rusas hacia Kostiantynivka por el eje de la carretera T0516. Tal conquista, además, ha debilitado las capacidades ucranianas en la zona, favoreciendo … así la presión de las tropas rusas sobre Chasiv Yar. Bastión que impide a estas últimas la progresión hacia la línea Sloviansk-Kramatorsk que, junto con Prokovsk constituyen las últimas barreras sólidas para evitar el dominio ruso de todo el oblast de Donetsk.
Tal panorama revaloriza la silla rusa en una potencialmente próxima mesa de paz en la que las principales estrellas del reparto, Rusia y EE.UU., acudirían con exigencias temporales contrapuestas. Putin sin prisa por negociar: va ganando en el teatro y, además, la guerra comercial abierta por Trump le regala tiempo para seguir engulléndose el territorio ucraniano. A Trump, por el contrario, le urge acabar la guerra por, entre otras, tres razones de peso. Una, ganar cierta estabilidad internacional para poder plasmar su «America first». Dos, poder dedicarse con mayor atención a su rivalidad con China. Y tres, esquivar el daño reputacional que conllevaría el alargamiento indefinido de las hostilidades.
La credibilidad de Trump ya sufrió tras no lograrse, como había vaticinado, la finalización de las hostilidades en las 24 horas siguientes a su «entronización» en la Casa Blanca. La demora podría arrastrar a EE.UU. a una guerra que no parece estar en el interés nacional de EE.UU., con el riesgo de repetición de lo que le pasó a Nixon con Vietnam (aparecer como responsable de una guerra que comenzó durante el mandato de Kennedy y se intensificó durante el de Johnson). De prolongarse indefinidamente la guerra en Ucrania, el histriónico Trump podría ser percibido como responsable del conflicto.

La llegada de Trump a la Casa Blanca ha pillado a Europa a contrapié. En un emergente nuevo orden multipolar, donde la UE posiblemente no tendría un papel relevante, todo parece cuestionarse. Paradigma del desvarío es el debate sobre la posibilidad de desplegar tropas europeas, que enfrentasen las amenazas de Trump de anexionarse Groenlandia. Es decir, plantar cara en Europa a la potencia que garantiza la seguridad europea. En Bruselas no parece entenderse que Trump busca en Europa subordinación frente a China, que es su verdadero rival en términos políticos económicos, militares y comerciales. ¿En qué tono pues responderá Europa si Trump, como ya ha avisado, nos impone una guerra arancelaria?
En la UE se extiende la conciencia de la necesidad de incrementar significativamente la inversión en defensa, así como de dotarse de una autonomía estratégica. Se maneja la cifra de 500.000 millones de euros en diez años, y la Comisión ha propuesto para ello varios instrumentos como el Programa Europeo para la Industria de Defensa (EDIP) y el Fondo Europeo de Defensa (EDF). También son objeto de debate diversos ámbitos que pudieran aplacar a Trump en este campo, de los que tres parecen más punteros: la compra de gas licuado norteamericano, el incremento de la cooperación con EE.UU. en su relación con China y la adquisición de sistemas de armamentos norteamericanos.
El mayor problema para orquestar una respuesta europea es que, en el seno de la Unión cada dirigente hace su propio juego, en base a sus respectivos intereses nacionales (Meloni, Macron, Tusk, Orbán…) o personales (Sánchez). Eso se traduce en una actitud descoordinada frente a los enormes cambios geopolíticos en desarrollo. Mientras EE.UU. y China están corriendo y originando nuevos productos (China, además, perfeccionando creaciones existentes a mejor precio), Europa se estanca super regulando y penalizando las actividades empresariales. Ejemplo de ello sería el desaforado combate contra el CO2, convirtiendo a la energía -base del funcionamiento de la humanidad-, en un producto tan caro como inestable y, muchas veces, no disponible.
Tal vez, la Conferencia de Múnich sobre Política de Seguridad, el foro más importante del mundo sobre el tema, a celebrar el próximo fin de semana en el hotel Bayerischer Hof, sea capaz de aclararnos hacia dónde vamos. No es descartable que EE.UU. aprovechase el evento para difundir un esquema de plan de paz para Ucrania sobre el que, al parecer, ya están trabajando Washington y Moscú.

Líbano recupera la normalidad política tras superar el chantaje de Hizbolá

Tras dos años de inestabilidad política, generada por la hegemonía y prepotencia militar del movimiento radical Hizbolá, el Líbano ha dado otro paso de gigante hacia la paz interna con la aprobación de un gobierno presidido por el suní Nawaz Salam. Entre sus principales … tareas destaca la aplicación de la tregua con Israel -que establece la retirada de todas las tropas hebreas del sur del país- y el comienzo de la recuperación económica del país del cedro, lastrado por la situación más calamitosa desde su independencia.
La Constitución libanesa establece que, dada la división social en tres tercios -uno cristiano, otro musulmán suní y el tercero musulmán chií-, la Presidencia de la república debe recaer en un político maronita, la jefatura del gobierno en un musulmán suní, y la Presidencia del Parlamento en un chií. En los últimos años, el movimiento político-militar chií Hizbolá (‘Partido de Dios’) ha chantajeado a toda la población con su poderío y el apoyo de Irán, imponiendo la guerra contra Israel y la interrupción de la normalidad institucional.

Asesinato de Nasralá

El asesinato selectivo de la jerarquía de Hizbolá y la invasión del sur del Líbano para destruir su infraestructura han debilitado al movimiento chií, pero no han logrado destruirlo del todo. No obstante, después de forzar una prórroga para su retirada, Israel afirma que el 18 de este mes honrará lo pactado y se retirará tras sus fronteras. El nuevo Gobierno libanés, por su parte, se ha comprometido a ocupar con el Ejército nacional las posiciones que antes ocupaba Hizbolá, y a respetar los acuerdos sobre la zona tampón entre ambos países.
Solo el tiempo dirá si ambas partes logran cumplir lo pactado, y evitar que los radicales pro-iraníes reconstruyan lo que en su momento se consideró como la mayor fuerza paramilitar del mundo.

La tormenta de fuego en Dresde que alienta a la extrema derecha alemana

Después de reiteradas jornadas de bruma y nieve, el 13 de febrero de 1945 amaneció despejado. El parte meteorológico, que favorecía las condiciones de vuelo, supuso la sentencia de muerte para alrededor de 25.000 alemanes a los que los bombardeos tomaron completamente por sorpresa … en la ciudad de Dresde. La Conferencia de Yalta, en la que Roosevelt, Churchill y Stalin decidieron el desarme y la partición de Alemania, había acabado dos días antes. Se daba ya la guerra por terminada y algunos niños incluso se habían disfrazado para celebrar la versión de posguerra del carnaval, cuando 796 aviones de la RAF británica y 311 aviones norteamericanos comenzaron a soltar las más de 4.500 toneladas de explosivos y artefactos incendiarios sobre una población fundamentalmente compuesta por mujeres, ancianos y niños.
Más de 20 kilómetros cuadrados de centro histórico de la ‘Florencia del Elba’ quedaron devastados por completo. A las 10:40 horas del miércoles de ceniza, la gran cruz de hierro cayó desde una altura de 90 metros, arrastrando tras ella la cúpula de la Frauenkirche, la principal iglesia protestante alemana, convertida en un horno, y cuyo perfil había sido hasta ese momento la imagen de Dresde. No pudo terminarse su reconstrucción hasta el año 2005.
En los días siguientes al bombardeo, los supervivientes apilaron miles de cuerpos en una de las plazas principales, según testimonios directos. Fueron depositados sobre los enormes listones metálicos que habían formado parte de las persianas de unos grandes almacenes y allí quemados con lanzallamas en turnos de varios cientos de cuerpos cada vez, para evitar que se propagasen más enfermedades. Varios miles más aparecieron bajo los escombros.

En 1993 se descubrieron en el Archivo Municipal documentos de la oficina que gestionaba los cementerios de la ciudad y que anotan el enterramiento de otras 21.271 víctimas. Ante la magnitud de los hechos, surgieron las primeras y calladas preguntas, que permanecieron en forma de trauma en el subconsciente colectivo de la Alemania oriental. No había un solo motivo militar o estratégico que justificase aquella masacre, aquel ataque masivo contra una ciudad indefensa, más allá de una demostración de fuerza de cara a Rusia, cuyo ejército había liberado el este de Alemania y a la que los Aliados deseaban poner límites. El argumento oficial fue ayudar al ejército ruso e interrumpir las evacuaciones alemanas desde el este.
«Dresde, la séptima ciudad más grande de Alemania, no mucho más pequeña que Manchester, es también el área construida más grande que aún no ha sido bombardeada», decía la orden del día, que fue leída a las tripulaciones de los Grupos de Bombarderos 5º, 1º, 3º y 6º de la Real Fuerza Aérea Británica antes de despegar, «el ataque tiene por objeto golpear al enemigo donde más lo sienta». La orden respondía a la Directiva General nº 5, de 1942, que determinaba bombardeos «dirigidos principalmente contra la moral de la población civil enemiga». Esta directiva, bien conocida por el jefe del Comando de Bombarderos, Arthur Harris, fue redactada sobre las consideraciones del físico y principal asesor científico del gobierno británico, Frederick Lindemann, que en una versión escrita fechada el 30 de marzo de 1942 informaba que «las investigaciones sugieren que la destrucción del propio hogar es lo más perjudicial para la moral. Esto parece desmoralizar a la gente más que cuando matan a amigos o incluso a familiares».

Residentes y personal de emergencia alinean los cuerpos para quemarlos en el Mercado Viejo de la ciudad de Dresde

Cuerpos derretidos

Estos bombardeos no fueron considerados entonces crímenes de guerra, a pesar de que el artículo 25 de la Convención de La Haya sobre Guerra Terrestre de 1899 y 1907 establecía: «Queda prohibido atacar o bombardear ciudades, pueblos, viviendas o edificios indefensos por cualquier medio». En julio de 1944, había en Dresde hasta doce baterías antiaéreas con 88 cañones operativos de calibre 8,8 centímetros y 45 cañones antiaéreos ligeros. Pero habían sido retirados a principios de 1945. La ciudad ya no contaba con ninguna defensa aérea significativa y el Mando de Bombardeo lo sabía.
A las 21:51 horas del 13 de febrero sonaron las alarmas antiaéreas y los habitantes de Dresde se dirigieron a los sótanos y búnkeres. En tan sólo ocho minutos, las bombas ‘blockbuster’ destruyeron todos los tejados, puertas y ventanas, creando una corriente de aire que alimentó el fuego propagado por las bombas incendiarias. El calor era tan intenso que fue necesario abandonar los sótanos. Los cuerpos de quienes intentaron resistir en las fuentes fueron recuperados hervidos, después de que la tercera oleada de aviones, la Plate Rack, 254 bombarderos Lancaster cargados con 500 toneladas de explosivos, terminasen con los pocos edificios en pie. En la Estación Central Haupt-bahnhof, dos trenes acababan de llegar de Königsbruck con cientos de niños evacuados, para salvarlos del ejército ruso y que fueron quemados vivos. Testigos supervivientes como Margaret Freyer o Kurt Vonnegut relataron después que la intensidad del calor era tal que derretía los cuerpos sobre el pavimento. En palabras del periodista Phillip Knightley, «las llamas devoraron toda la materia orgánica a su paso: todo lo que era combustible ardió. La gente murió derretida, incinerada o por asfixia».

Entre lo poco que se mantuvo en pie, la escultura llamada ‘Bondad’

ABC

La herida de destrucción no llegó a cicatrizar y a partir de los años 90, cuando los primeros historiadores alemanes comenzaron a ocuparse del tema, grupos neonazis se apropiaron del bombardeo de Dresde como justificación de sus posturas nacionalistas. En la segunda mitad de la pasada década, fue el movimiento Pegida el que protagonizó las conmemoraciones, aferrado a críticas como las del historiador Dietmar Süß, que lamentaba que «quienes ordenaron y llevaron a cabo aquellos bombardeos no tuvieron en cuenta ninguna consideración ética ni moral, sin que la historia les haya pasado nunca factura».
«Los extremistas aprovechan los hechos para sí mismos. Repiten mitos y términos creados por los nazis y los reutilizan para su propia propaganda», denuncia la historiadora Caroline Förster. La extrema derecha de Alternativa para Alemania (AfD) ha tomado el relevo en la rentabilización del dolor y el agravio que causadon los bombardeos. El actual presidente de AfD, Tino Chrupalla, ha hecho declaraciones en las que cuadriplica el número de muertos hasta «unos 100.000». Jörg Urban, jefe del grupo parlamentario de AfD en Sajonia, explica que «la experiencia de la guerra nos ha enseñado a los alemanes a defender la paz y las negociaciones» y justifica así que, «incluso en los conflictos actuales, vemos la obligación de dejar que la diplomacia hable por sí misma en lugar de las armas», en relación a la guerra en Ucrania.
Así es como los crueles bombardeos de Dresde sirven, un tanto retorcidos, para relativizar la responsabilidad alemana en la II Guerra Mundial y para alimentar la propaganda rusa, según la cual el ejército rojo, liberador, fue el bueno y las tropas americanas y británicas las malas. Wolfgang Schivelbusch, en su libro ‘La noche de los bombardeos’, ha explorado el impacto cultural y psicológico sobre la sociedad alemana y defiende que no solo causaron destrucción física, sino también un profundo cambio en la percepción y la memoria colectiva de los alemanes, como parte de la identidad nacionalista hasta el día de hoy.

Los supervivientes comienzan a apilar cuerpos en una plaza

AFP

El pasado mes de mayo, la investigación del ataque a las campañas electorales regionales de Los Verdes y el Partido Socialdemócrata condujo hasta varios menores violentos del «Grupo Elblandrevolte» y el entorno de los «Jóvenes Nacionalistas» (JN), organización juvenil relacionada con el «Heimat», antes NPD, que se consideran «supervivientes» y se preparan con actividades de senderismo y prácticas marciales para «defender la región» y conmemoran como propio el 13 de febrero, en actos en los que muestran también su simpatía por Putin y piden «paz para Ucrania».
«La memoria es otra cosa», responde a sus 94 años Hans-Joachim Dietze, que sobrevivió con 15 a la tormenta de fuego. Huyó con su familia de la vivienda en Wienerplatz 2 al sótano del Hotel Hörig, que guardaba en salas ignífugas los archivos de la Gestapo. «Frente a nosotros, una madre con un niño pequeño en sus brazos ardía sobre el asfalto, la atrapaba la tormenta de fuego que se arremolinaba en el aire. Desapareció entre las llamas. Más tarde lo expresé así: he visto un ángel ardiente que se alejaba flotando», recuerda todavía la salida de vuelta a la calle. Desde los años 80 ha dirigido visitas guiadas en las que muestra las fotografías que tomó entonces en las calles de la ciudad reconstruida y el 27 de marzo de 1983, al final del recorrido, uno de los visitantes a la Frauenkirche se acercó a él y lo abrazó. Era uno de los bombarderos de la Real Fuerza Aérea británica que había lanzado las bombas sobre Dresde. «Para mí, fue un momento de perdón y reconciliación», dice.
Este 13 de febrero, Hans-Joachim Dietze recordará a las víctimas de los bombardeos desde su casa, en Dresde, porque en todos estos años, «no he ido a una manifestación».

Israel se suma al ultimátum de Trump y amenaza con volver a la guerra el sábado si Hamás no libera rehenes

«Si Hamás no libera a nuestros rehenes para el sábado al mediodía, el alto el fuego habrá terminado y el ejército volverá a los combates en Gaza hasta la derrota final de Hamás», fueron las palabras de Benjamin Netanyahu tras una reunión … de más de cuatro horas del gabinete de Seguridad. El papel de Donald Trump fue clave para que el primer ministro aceptara el mismo acuerdo de alto fuego que había rechazado un año antes y vuelve a serlo en la primera gran crisis desde la entrada en vigor de la tregua. 24 horas después del anuncio de Hamás sobre su decisión de posponer la liberación de tres rehenes el sábado debido a las violaciones del acuerdo cometidas por Israel, el presidente estadounidense lanzó un ultimátum a los islamistas y Netanyahu siguió sus mismos pasos. Trump dijo que si Hamás no libera a «todos los rehenes» antes del sábado al mediodía, «que se desate el infierno« en la Franja y dejó la pelota en el tejado de Netanyahu.

El Gobierno israelí tiene la presión de las familias de los rehenes para seguir adelante con el acuerdo y lograr sacar a todos los cautivos, pero el primer ministro ha regresado fortalecido de Estados Unidos y cuenta con la luz verde de Trump para retomar la guerra si lo estima oportuno. Según el Canal12 de la televisión, Israel seguirá adhiriéndose al acuerdo de liberación de rehenes y alto el fuego con Hamás si el grupo libera al sexto grupo de rehenes el sábado tal y como estaba previsto.
Fuentes oficiales citadas por ‘The Times of Israel’ acusaron a Hamás de violar el acuerdo «y por lo tanto no habrá avances en la continuación de la ejecución del pacto ni en las negociaciones de la segunda etapa sin el regreso de nuestros rehenes. (…) El Gabinete espera la liberación de los nueve rehenes de la primera fase en unos días».
Hasta el momento, las facciones palestinas han liberado a 16 de los 33 rehenes acordados para la primera fase, además de 5 trabajadores tailandeses capturados también el 7 de octubre de 2023. Quedan 17 rehenes por salir antes del 2 de marco, de los que 8 están muertos, según la información de la inteligencia israelí. Los mediadores tienen por delante duras jornadas de trabajo contra el reloj para intentar que las dos partes vuelvan a la senda del acuerdo.

Mensaje de Hamás

Hamás emitió un comunicado para reafirmar su compromiso con el acuerdo y Sami Abu Zuhri, uno de los dirigentes islamistas, declaró a la agencia Reuters que «Trump debe recordar que hay un acuerdo que deben respetar ambas partes y que ésta es la única manera de traer de vuelta a los prisioneros. El lenguaje de las amenazas no tiene valor y sólo complica las cosas».
El grupo palestino, considerado terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea, detalló en un documento las violaciones cometidas por el enemigo en las últimas semanas. Los islamistas acusaron a Israel, que como fuerza ocupante tiene el control total de los accesos por tierra, mar y aire de la Franja, de «permitir sólo el acceso del 70 por ciento del número acordado de camiones y el 30 por ciento de camiones de combustible; restringir la salida de los heridos que necesitan tratamiento médico urgente en el extranjero; prohibir el regreso a Gaza de palestinos atrapados en Egipto» o «retrasar las negociaciones de la fase 2 durante más de una semana», entre otras.
Otro de los puntos clave es el no permitir el acceso de tiendas de campaña, casas prefabricadas y maquinaria pesada para el desescombro. Desde el ministerio de salud en la Franja han denunciado además que los israelíes han matado 92 personas y herido a 822 desde que entró en vigor el acuerdo. El gabinete de Seguridad israelí, que calificó de «revolucionaria la visión de Trump sobre el futuro «Riviera» de Oriente Medio en Gaza, no realizó comentarios sobre las denuncias de violaciones del acuerdo realizadas por el enemigo.

Euforia ultranacionalista

El ultimátum de Trump ha provocado la euforia del sector ultranacionalista israelí, el más crítico con el acuerdo. Ante la decisión de Hamás de posponer el intercambio del fin de semana, el ministro de Comunicaciones Shlomo Karhi escribió en su cuenta de X que «la respuesta debe ser exactamente como sugirió el presidente Trump. Detener por completo la ayuda humanitaria, cortar la electricidad, el agua y las comunicaciones y utilizar la fuerza brutal y desproporcionada hasta que regresen los rehenes».
El responsable de Finanzas, Bezalel Smotrich, siguió la misma línea y señaló que «debemos amenazar con que si algo le sucede a algún rehén, Israel ocupará el 5 por ciento de la Franja de Gaza. Otro, otro 5 por ciento». En su opinión, «Gaza volverá a ser parte del Estado de Israel porque es nuestro país y esta es la única manera de garantizar la seguridad de los ciudadanos del Estado de Israel y su seguridad».

Trump veta a periodistas que sigan usando el término «golfo de México»

La Casa Blanca impidió por primera vez el acceso de un periodista de la agencia Associated Press al Despacho Oval porque esta, cuyo libro de estilo sienta precedente y es seguido por cientos de medios de comunicación de todo el mundo, se niega a … cambiar en sus teletipos el nombre de «golfo de México», por el de «Golfo de América», que prefiere Donald Trump y que ha establecido por decreto.
En los mapas del gobierno federal y hasta en Google aparece ya la cuenca oceánica como «golfo de América». Trump, orgulloso de ese cambio, firmó el decreto al respecto en un vuelo sobre esas aguas el domingo, de camino a Nueva Orleans para participar en la Super Bowl.

En ese contexto, el término América se refiere no al continente, sino al nombre común del país Estados Unidos de América.
Este martes Trump iba a firmar una orden ejecutiva en el Despacho Oval junto a Elon Musk. A las 15:00, se notificó al llamado «pool» de reporteros, un grupo de periodistas en rotación, que podían ingresar para cubrir el evento. Sin embargo, al llegar a la entrada del patio, al periodista de AP le informaron de que no podía pasar, y tuvo que dar media vuelta.
Poco después, la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca ha informado de que el veto se debía a la negativa de AP de acatar las exigencias previas del equipo de Trump.

«La decisión de impedir la entrada a un reportero de The Associated Press en un evento oficial es inaceptable»

Eugene Daniels
Presidente de la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca

Según Eugene Daniels, presidente de esa asociación, de la que forma parte el diario ABC, «la Casa Blanca no puede dictar cómo los medios de comunicación informan sobre las noticias, ni debería penalizar a los periodistas por estar en desacuerdo con las decisiones de sus editores. La decisión de la administración de impedir la entrada a un reportero de The Associated Press en un evento oficial abierto a la prensa es inaceptable».
Ya ha roto este equipo de gobierno con la tradición de que la primera pregunta en las ruedas de prensa corresponde al periodista de AP, quien además suele indicar al portavoz en el atril que puede finalizar y retirarse. La nueva portavoz de Trump, Karoline Leavitt, ha cedido la primera pregunta siempre a medios alternativos e influencers a los que invita a asistir a sus conferencias desde un asiento especial en un lateral.
La directora de AP, Julie Pace, emitió un comunicado condenando las acciones de Trump, y justificando su decisión en que el nombre original tiene más de 400 años de uso y es reconocido globalmente. Como agencia de noticias con alcance internacional, dice, su prioridad es que los nombres geográficos sean comprensibles para todas las audiencias.

Si bien Trump ha impuesto el cambio en territorio estadounidense, subraya que México y otros organismos internacionales no están obligados a aceptarlo.
Según Pace, «es alarmante que la administración de Trump castigue a la AP por su periodismo independiente. Restringir nuestro acceso al Despacho Oval debido al contenido de nuestras informaciones no solo obstaculiza gravemente el acceso del público a noticias independientes, sino que constituye una violación flagrante de la Primera Enmienda».
El caso del golfo de México no es el mismo que el de Mount McKinley, cuyo nombre Trump cambió desde su anterior denominación, Denali. Dado que la montaña se encuentra íntegramente dentro de territorio estadounidense, en Alaska, el presidente tenía plena autoridad para modificar su nombre, y la AP ha decidido adoptar oficialmente esa denominación en sus cables.
No es la primera vez que la Casa Blanca de Trump restringe el acceso a la prensa. Durante su primer mandato, revocó la credencial de Jim Acosta, entonces corresponsal jefe de CNN en la Casa Blanca, tras una tensa conferencia de prensa. La acreditación fue restituida solo después de que la cadena demandara al gobierno federal.

Dinamarca teme que Rusia lance una gran guerra en Europa en los próximos cinco años y que EE.UU. evite participar

11/02/2025

Actualizado a las 19:20h.

Los servicios de Inteligencia de Dinamarca ven factible que Rusia, una vez haya culminado su ofensiva sobre Ucrania, se lance a una nueva guerra a gran escala contra otros objetivos en Europa y que Estados Unidos evite respaldar en este conflicto a sus socios de la OTAN.
Así lo expone el Servicio de Inteligencia de Defensa danés, en un informe en el que ha citado como hipótesis la apertura de un nuevo frente para Rusia en un plazo máximo de cinco años. Los expertos, sin embargo, no ven probable que Moscú desate un nuevo conflicto mientras sus tropas siguen combatiendo en Ucrania.

Esa hipotética segunda guerra llegaría en caso de que la ofensiva sobre territorio ucraniano terminase o quedase de alguna forma congelada, ya que Rusia dispondría entonces de recursos con los que poder lanzar un ataque contra otro país cercano en un periodo de seis meses.

La Inteligencia danesa no ha detectado amenazas concretas de ataque, pero sí ve factible que el Kremlin se lo plantee si percibe que en el bloque occidental hay lagunas, por ejemplo si Estados Unidos retira su apoyo a sus socios, según el informe difundido este martes.

Rusia libera a un estadounidense detenido en un gesto de «buena fe» para la paz en Ucrania

Rusia liberó este martes a un estadounidense detenido desde 2021 dentro de un acuerdo de intercambio de prisioneros que la Casa Blanca considera un gesto de «buena fe» por parte de Moscú para alcanzar la paz en Ucrania. Pero que deja en una posición incómoda … al Gobierno de Volodímir Zelenski, que en estos momentos trata de mantener el apoyo militar de EE.UU. y que necesita acudir a las negociaciones con Rusia sobre el final de la guerra en una posición de fuerza.
El liberado estadounidense es Marc Fogel, un profesor que fue arrestado en 2021 en el aeropuerto de Moscú por llevar 17 gramos de marihuana en su equipaje, que él decía que usaba por razones médicas. Fue condenado a 14 años de prisión.
La operación fue negociada por Steve Witkoff, el enviado especial de Donald Trump a Oriente Próximo, al que el presidente de EE.UU. también ha incluido en las conversaciones con Moscú para avanzar hacia un final negociado de la guerra en Ucrania, de la que este mes se cumplen tres años. Witkoff, un multimillonario inmobiliario y amigo de Trump, voló a Moscú en su avión privado y salió de allí con Fogel a bordo. No ha trascendido por el momento qué prisioneros rusos son parte del acuerdo de intercambio.

La liberación es una «muestra de buena fe por parte de los rusos y de que estamos en la dirección correcta para acabar con la guerra brutal y terrible en Ucrania», dijo el asesor nacional de seguridad de EE.UU., Mike Waltz.
Trump prometió en campaña acabar esa guerra «en 24 horas» y, aunque eso no se ha cumplido, tanto él como su Administración están intensificando las conversaciones con ambos países. El presidente de EE.UU. aseguró haber hablado con Vladímir Putin durante el fin de semana, aunque no reveló el contenido de la conversación. Su vicepresidente, J.D. Vance; su secretario de Estado, Marco Rubio; y su enviado especial para Rusia y Ucrania, Keith Kellogg, se verán con Zelenski y otras autoridades ucranianas en la conferencia de seguridad de Múnich de esta semana.
«Podrían ser rusos algún día, o podrían no ser rusos algún día», dijo Trump sobre los ucranianos en una entrevista en Fox News emitida el lunes, en una nueva muestra de que su apoyo a Kiev va a ser limitado. Y con contrapartidas, como la exigencia de que Ucrania proporcione a EE.UU. minerales raros por valor de 500.000 millones de dólares.
Fogel no había entrado en anteriores acuerdos de intercambio de prisioneros con Rusia. Su familia criticó que el Gobierno de Joe Biden tardara años en considerarle alguien detenido injustamente. Se da la particularidad que la madre del liberado, Malphine Fogel, es seguidora de Trump y vecina de Butler (Pensilvania), donde el actual presidente sobrevivió de milagro a un intento de asesinato.

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