El Ejército de Ucrania vuelve a combatir en territorio ruso: ha lanzado una discreta incursión en la región fronteriza rusa de Bélgorod. Después de siete meses controlando parcialmente la provincia rusa de Kursk, las fuerzas de Kiev se han visto obligadas a retirarse … casi totalmente de esta zona. Pero dos semanas después, las botas de los soldados ucranianos pisan de nuevo el territorio del país agresor. Blogueros rusos, analistas militares y funcionarios ucranianos confirmaron a varios medios de comunicación que las hostilidades estaban en curso en Bélgorod.
El Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW, por sus siglas en inglés), organización que analiza los movimientos en el frente de guerra, afirmó el pasado 18 de marzo que las fuerzas de Kiev habían traspasado el límite estatal en el noroeste del país. En su último informe, el ISW confirma que los militares ucranianos han logrado algunos avances en la zona, ya dentro de territorio ruso.
Fuentes militares de Moscú han reconocido que el contingente ucraniano había avanzado hasta las afueras la aldea de Popivka y otros dos asentamientos al noroeste de la ciudad de Bélgorod. Tres fuentes ucranianas anónimas han confirmado a ‘The New York Times’ que la operación en esta provincia rusa está en curso. El objetivo de Kiev, según analistas consultados por el rotativo estadounidense, sería aliviar la presión sobre el destacamento ucraniano que todavía permanece en Kursk.
Ni Kiev ni Moscú se han pronunciado públicamente sobre la operación. El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, se limitó a decir en una rueda de prensa con periodistas este viernes que el Ejército había tomado «ciertas medidas» para «reducir la acumulación de tropas» enemigas «justo por debajo de la provincia de Kursk», sin aportar más detalles.
Otro funcionario ucraniano, Andrii Kovalenko, jefe del Centro para la Lucha contra la Desinformación del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa, ha sido ambiguo sobre esta segunda incursión. Kovalenko ha manifestado que se estaba llevando a cabo «la destrucción de concentraciones enemigas en el territorio de la región de Bélgorod, porque el enemigo planeaba utilizar estas concentraciones en nuestro territorio«.
El analista militar del Grupo Black Bird, Emil Kastehelmi, ha manifestado a la agencia Reuters que se había producido la incursión, pero que se volvería complicado para Kiev amenazar las rutas logísticas de Bélgorod. «Los ucranianos pueden, en teoría, tomar más aldeas de la zona fronteriza, pero eso no es lo que significa un avance: sería un pequeño éxito táctico», sostiene Kastehelmi.
Nueva ofensiva rusa
Las autoridades ucranianas están convencidas de que el Kremlin no está dispuesto a entablar conversaciones serias para el fin de la guerra. Zelenski considera que el líder ruso está tratando de alargar las conversaciones con Estados Unidos mientras apuntalan el esfuerzo bélico para tomar más terreno. «Putin quiere negociar sobre el territorio desde una posición más firme», ha enfatizado el mandatario ucraniano este jueves.
Los informes de la inteligencia militar de Kiev sugieren, según ha manifestado el jefe de Estado ucraniano, que el Ejército ruso se está preparando para lanzar varias ofensivas en las próximas semanas a lo largo de la línea de frente, que abarca más de 1.000 kilómetros, coincidiendo con la llegada de la primavera. Funcionarios del G7 con base en Kiev han afirmado a la agencia Associated Press que están de acuerdo con esta evaluación. Zelenski se ha referido específicamente, y en varias ocasiones, a la acumulación de fuerzas rusas en Sumy, además de Járkov. Ambas provincias comparten frontera con el Estado agresor en el noroeste de Ucrania.
Las tropas invasoras también han incrementado sus ataques en el sur de Ucrania, en la provincia de Zaporiya. El portavoz de las Fuerzas de Defensa del Sur, Vladyslav Voloshyn, ha dicho en la televisión nacional que se había registrado una escalada en los combates y un incremento en los ataques enemigos: «Los rusos quieren obtener la mayor ventaja posible o avanzar lo máximo posible en la región de Zaporiyia».
Dos comandantes ucranianos han informado a AP que Rusia está ampliando sus misiones de reconocimiento para detectar posiciones de tiro o sistemas de drones en lo que podrían ser las primeras etapas de un futuro ataque. Recientemente, militares de Kiev desplegados en la zona de Pokrovsk, en el sur de la región de Donetsk, también han hecho alusión al incremento de los ataques rusos contra esta estratégica ciudad, que es un nodo logístico para las Fuerzas Armadas de Ucrania en la provincia de Donetsk.