Por Wilson García Fajardo
No cabe duda que la emergencia sanitaria derivada por el Covid-19 nos cambió la agenda de gobierno para el 2020 y todo indica que para el 2021 seguiremos trabajando entorno a recuperarnos, reactivar nuestras labores y salir adelante.
Brindar una mejor calidad de vida a la ciudadanía zipaquireña, es nuestro principal objetivo y, por eso, pese a las dificultades que se han presentado, Zipaquirá seguirá ‘reverdeciendo’ con servicios y oportunidades para el desarrollo de la población.
La pandemia nos obligó a darle prioridad a la salud, especialmente a la salud mental, a blindarnos con mejor infraestructura, mejores condiciones laborales para el personal médico y a adquirir elementos idóneos y eficientes para tratar los casos más graves en nuestro municipio, acciones oportunas que han permitido que Zipaquirá mantenga las cifras de contagio y decesos, relativamente bajas comparadas en el contexto nacional.
En el mismo sentido, junto con la Gobernación de Cundinamarca seguiremos aunando esfuerzos para fortalecer la oferta en salud, para seguir mejorando el Hospital Universitario La Samaritana, el cual tiene un alcance regional y convierte a Zipaquirá en sede estratégica de servicios del sector salud. Gracias al trabajo realizado, se logró dotar al municipio con dos ambulancias medicalizadas que llegaron a mejorar el parque automotor médico del municipio, prestando una mejor atención en urgencias. Los vehículos están dotados con modernos equipos médicos, especiales para atender situaciones de emergencia y llegar a rincones de difícil acceso en la región, lo que nos permite brindar mejores servicios de salud a la comunidad.
La activación de la economía ha sido otro gran reto, por esta razón, desde el Gobierno Municipal hemos establecido estrategias con el objetivo de dinamizar el aparato productivo de nuestro municipio de manera gradual y cumpliendo todos los protocolos de bioseguridad, siempre con responsabilidad y bajo la cultura del autocuidado.
Así, por ejemplo, nuestro principal esfuerzo estuvo enfocado la reactivación económica, empezando por la reapertura de la Catedral de Sal, la cual reabrió sus puertas al público el pasado 1 de octubre, teniendo en cuenta todos los protocolos de bioseguridad, garantizándole a los visitantes seguridad, así mismo, se reactivó el comercio, con el apoyo a pequeños y medianos empresarios del municipio.
De esta manera, a través de proyectos como el Fondo Progresa y otros convenios, hemos logrado que más de 2.500 establecimientos de comercio se reactiven, permitiendo la generación de aproximadamente 15.000 empleos que se habían perdido por la emergencia sanitaria, protegiendo el bienestar de las familias zipaquireñas y fomentando más oportunidades y espacios de acción para la ciudadanía.
En el marco de la estrategia de reactivación económica, se brindarán auxilios en el pago de arriendo, hasta por $3 millones a pequeños comerciantes y $6 millones para actividades de comercio más grandes. Auxilios de servicios públicos hasta por un valor de $1’500.000 y auxilios de nómina, para pequeños comerciantes que tienen un empleado o máximo dos, son algunas de las ayudas que se han brindado a nuestra gente.
Definitivamente, hemos tenido resultados satisfactorios, pero no podemos bajar la guardia y debemos seguir trabajando fuerte, porque el virus no se ha ido, sigue aquí con nosotros, por eso sigo insistiendo en que este trabajo es de todos. Es necesario que todos los zipaquireños nos sigamos cuidando, que sigamos manteniendo el distanciamiento social, salir a la calle estrictamente a lo necesario, utilizar siempre el tapabocas y hacer un adecuado y constante lavado de manos, porque solo así lograremos salir victoriosos de esta prueba que nos ha puesto la vida.
Alcalde de Zipaquirá galardonado con el Premio Nacional de Alta Gerencia 2020 que otorga la Presidencia de la República y la Función Pública.